Los integrantes de la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP) recomiendan este año hacer –con la mayor anticipación posible– un diagnóstico de semillas destinadas a la siembra de soja 2023/24 debido al elevado nivel de daños registrados en las muestras relevadas hasta el momento correspondientes a la cosecha 2022/23.

Las muestras analizadas evidenciaron una calidad física con predominio de daños ambientales, abolladuras, síntomas de golpe de calor; semillas verdes de diferentes intensidades con valores de 40% (intenso) a 10% (tenue); presencia de semillas lenticulares, ovaladas, triangulares y cuadradas que no caracterizan a la especie; bajos pesos de 1000 semillas de 80 a 145 gramos; y mayor frecuencia de semillas duras que en otros años.

En lo que respecta a calidad fisiológica, el Poder Germinativo (PG) promedio hasta el momento es del 77%, mientras que en el caso del vigor la media se ubica en apenas un 60% con situaciones muy variables.

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“Estos datos de calidad física y fisiológica determinados de manera temprana son consecuencia del agudo estrés hídrico, combinado con un inédito estrés térmico, con temperaturas mayores a la humedad relativa del ambiente durante varios días consecutivos. A esa situación, se suma el daño por heladas tempranas (18 de febrero) ocurridas en una amplia zona de producción”, apuntó ALAP.

El PG que pone en evidencia como “funciona” la muestra en las mejores condiciones de humedad y temperatura. Debido a que la incidencia de hongos es uno de los factores que afectan el PG, otro de los análisis para evaluar la calidad de la semilla es el Poder Germinativo de la semilla “curada” con fungicida (PGF). También es posible realizar una prueba de frío (CT por sus siglas en inglés) para testear el comportamiento de la muestra ante un estrés térmico.

El diagnóstico de calidad de semilla de soja para la campaña 2022/23 –realizado el año pasado con muestras provenientes de las principales regiones sojeras argentinas– generó un promedio nacional de 90,3% y 90,7% de PG y PGF respectivamente. Los resultados correspondientes al presente año seguramente arrojarán resultados muchísimo menores.

Vale recordar que la semilla es un ser vivo y que, como tal, los daños mecánicos y/o ambientales sufridos durante la cosecha, el almacenamiento y/o la clasificación pueden afectar su PG a lo largo del tiempo.

A través de la germinación de una muestra de semilla en laboratorio, es posible evaluar el desarrollo de las estructuras esenciales de las plántulas (raíz, tallo, hojas primarias, etcétera) bajo condiciones favorables estandarizadas y, con esa información, se determina el Poder Germinativo (PG).