La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) ha lanzado una dura crítica contra el gobierno de la provincia de Buenos Aires por el abrupto incremento en la cuarta cuota del Impuesto Inmobiliario Rural, cuya fecha de vencimiento está prevista para noviembre. Según señalan los productores, los montos de esta cuota duplican o incluso superan ampliamente los valores de la tercera cuota.
La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) ha aplicado un incremento de hasta el 25% sobre el total anual del tributo, afectando severamente al sector agropecuario.
Este ajuste no solo se suma a la eliminación de los beneficios por buen comportamiento fiscal y de adhesión al débito automático, sino que, según CARBAP, el aumento total del impuesto ha superado el 350%, muy por encima de los índices de inflación. Los productores se encuentran en una encrucijada, obligados a decidir entre pagar tributos o destinar recursos a las inversiones necesarias para la siembra y la cría de ganado en una temporada clave para sus economías.
La entidad ruralista también ha criticado la falta de señales por parte del Gobierno provincial para reducir el gasto público en línea con el ajuste promovido a nivel nacional. En un comunicado, CARBAP expresó su rechazo a este «aumento indiscriminado» y llamó a los legisladores provinciales, quienes votaron una Ley Impositiva que consideraron inconsistente, a rectificar esta situación. Según afirman, dichas inconsistencias fueron advertidas tanto por CARBAP como por otras organizaciones del sector agropecuario, pero no fueron tomadas en cuenta, permitiendo lo que consideran un «claro abuso» en connivencia con el Ejecutivo provincial.
Este conflicto refleja el descontento creciente en el campo bonaerense, que acusa al gobierno de ignorar las necesidades y reclamos de los productores, y de implementar políticas impositivas que asfixian al sector en un contexto de crisis económica y alta inflación.