El Servicio Meteorológico Nacional avisó que durante el trimestre compuesto por mayo, junio y julio Argentina experimentará el fenómeno climatológico llamado El Niño. Esto significa que luego de tres años de sequía (La Niña) se vendrán lluvias por encima de lo normal.
Tras un período de sequía que afectó a gran parte del país producto de la “prolongada presencia de tres años” de La Niña, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció que a partir de junio podrían llegar “precipitaciones excesivas” a la Argentina, a causa del advenimiento del fenómeno de El Niño que, según la entidad, impacta en el régimen de lluvias.
En un informe, la organización ubicó a la Argentina como uno de los países en donde arribará el fenómeno meteorológico que suele producirse cada dos a siete años. En ese lapso es que suelen tener lugar las otras fases de este fenómeno meteorológico –La Niña y las condiciones climáticas neutras–.
“La Niña se ha retirado del panorama atmosférico mundial y ha dejado paso a una probable transición inminente a El Niño, fenómeno meteorológico que normalmente distribuye las pautas meteorológicas en sentido contrario”, informó la FAO.
El Niño es “catalizado por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico”, que “repercute decisivamente en la temperatura y el régimen de lluvias de muchas partes del mundo, donde da lugar a fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones y tormentas”, agregaron.
Y si bien el estudio señala a junio como el comienzo de las mayores probabilidades de que llegue el fenómeno al país, sostiene que tendrá picos máximos a fines de 2023 y principios de 2024. El agrometeorólogo de la FAO, Óscar Rojas, adviertió que “los pronósticos son claros en este momento, pero es inevitable que solo puedan formularse con poca confianza a causa de su escasa validez en el período mayo-junio-julio”.
En tanto, en su última presentación sobre el fenómeno meterológico, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explicó que “de acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre mayo-junio-julio 2023 (MJJ), hay 62% de probabilidad de desarrollo de una fase Niño”.
En efecto, el informe sostiene que “aunque la lluvia supondrá un gran alivio para los agricultores de la Argentina y el Cercano Oriente asiático, El Niño también puede desencadenar inundaciones graves que podrían perjudicar a la agricultura y elevar el riesgo de enfermedades”.
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De todas formas, señala que las “precipitaciones excesivas” suponen un “riesgo inverso” al de la sequía, que “acecha a exportadores” de Argentina. Además, en el listado de países que se enfrentan a esa posibilidad también se encuentran México, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay. En contrapartida, Brasil figura como uno de los países que “corren riesgo de condiciones secas”.