Los reportes que difundieron las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario en las últimas horas no son para nada alentadores: advierten que ya se están viendo pérdidas en trigo a raíz de la falta de lluvias, en un escenario que comienza complicar también al inicio de las campañas de maíz y de girasol.
En primer término, la Bolsa porteña, en su Panorama Agrícola Semanal (PAS) describe una caída de la condición hídrica del trigo, y también de su estado, como consecuencia no solo de la ausencia de precipitaciones, sino también de las altas temperaturas.
Esto, según explica, “aceleró tanto el crecimiento como el desarrollo del cereal e incrementó la demanda atmosférica”.
Los mayores problemas se observan sobre los márgenes norte y oeste del área agrícola argentina, donde se concentran los sectores más afectados por déficit hídrico y más adelantados en fenología.
Por ahora, la buena noticia es que en la zona núcleo, y las provincias de Buenos Aires y La Pampa, que son los principales corazones trigueros del país, el cultivo mantiene condición Normal/Excelente en más del 80% del área.
“No obstante, depende de la ocurrencia de las lluvias pronosticadas para sostener dicha condición”, añade el PAS.