De acuerdo a un reporte de la entidad, en agosto último se preveía un fenómeno fuerte, pero ahora será moderado. Además, se aguardaba una declinación para febrero/marzo; ahora continuaría hasta mayo/junio/julio. Esto plantea un escenario diferente para la planificación de las cosechas y siembras en la región núcleo.
Según el consultor Alfredo Elorriaga, “en septiembre las anomalías positivas se debilitaron en el Pacífico oriental. Y a mediados de octubre de 2023 las condiciones de El Niño en el Pacífico ecuatorial centro-oriental se han estabilizado al nivel de un evento moderado. El conjunto de las variables oceánicas y atmosféricas son consistentes con un evento moderado de El Niño”.
En cuanto a las posibles implicaciones de esta disminución en la intensidad del evento, el consultor señaló que “probablemente se verá reflejada en anomalías pluviales menores a las estimadas con las proyecciones de agosto 2023 que consideraban un Niño Fuerte”.
No obstante, hay una buena noticia para las siembras tardías: “Casi todos los modelos predictivos de ENOS pronostican una continuación del evento de El Niño durante el resto de la primavera, verano y principios del otoño de 2024. La categoría neutral se convertirá en la más probable entre mayo y agosto de 2024″. Antes se esperaba una rápida declinación del evento y que el Niño termine en febrero/marzo; ahora se prevé que su acción continuaría hasta mayo/junio/julio.
En este marco, octubre se desarrolló bajo la influencia de un Niño moderado con la presencia de condiciones frías y secas que comenzaron a ceder solo en la última semana del mes, lo que permitió lluvias más abundantes y mejor distribuidas.
Lluvias
En este marco, las precipitaciones de los últimos días significaron un espaldarazo para las principales regionales agrícolas del país. Se registraron muy buenos milímetros. “Fue la lluvia regionalmente y de cobertura territorial más importante de la primavera”, dijo Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA. Coincidió Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR): “Es la primera lluvia importante para la región núcleo y también de Santa Fe”.
“Son lluvias realmente muy importantes, con 50, 60 mm en las zonas más beneficiadas, en el centro de la región núcleo”, apuntó Russo. “Hacía mucho no veíamos montos de estos milímetros”, agregó el analista de la BCR.
Para Mercuri, lo ocurrido tras las últimas precipitaciones, que se destacaron por sus aspectos “regional” y “territorial” del fenómeno, representa un “indicio” de cómo podría continuar El Niño, evento que en esta región del mundo debe generar lluvias por encima de lo normal y cuya mayor presencia venía siendo esperada por los productores.
“Agronómicamente fue una lluvia significativa no solo para el establecimiento de lo sembrado, sino que colabora a reponer el balance de agua del suelo”, explicó el experto. A esta altura del año pasado los mapas de reservas en el suelo daban un rojo muy intenso y ahora el panorama comienza a revertirse, si bien existen regiones, como el oeste bonaerense, que todavía necesitan más lluvias.
La Nación