Por la sequía, la producción del cereal se ubicaría dos millones de toneladas por detrás de la anterior campaña. En la zona núcleo se detuvo el deterioro del cereal gracias a las lluvias
La falta de lluvias durante varios meses en el norte y el centro del área agrícola nacional castigaron con dureza al trigo y las últimas precipitaciones que se registraron esta semana, parecen haber llegado tarde para el cereal en algunas zonas del país.
Si bien existe la posibilidad de que con estas nuevas lluvias y las pronosticadas para el fin de semana podría ser una señal de que el clima seco quedaría atrás, el daño en vastas zonas implantadas con el cereal ya fue hecho con una caída significativa de los rendimientos, por lo que los nuevos recortes a la estimación de producción se hicieron inevitables.
Tal es así, que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) disminuyó la estimación de producción de trigo a nivel nacional en 700.000 toneladas respecto a la semana pasada para proyectarla en 16,8 millones de toneladas. Esto significa que, de concretarse el guarismo, la campaña 2020/21 del cereal sería dos millones de toneladas inferior al pasado ciclo.
Hasta el momento se ha cosechado el 3% del área a nivel nacional, concentrándose la tarea en los lotes del norte del país. Según la entidad bursátil, se están recolectando lotes que puedan arrojar rendimientos superiores a los 3 quintales por hectárea (qq/ha). Ante el avance de las cosechadoras, el NOA obtuvo rendimientos de 7,8 qq/ha y el NEA de 9,8 qq/ha.
En lo que respecta a la franja central del área agrícola, los especialistas estiman que los rendimientos oscilarán entre los 6 y 25 qq/ha, al tiempo que “aumentan las hectáreas que se destinan a consumo animal o se barbechan para la siembra de verano”, destacó la BCBA. Asimismo, el déficit hídrico y las heladas causaron mermas de hasta un 60% sobre el potencial de rinde, y las lluvias de esta semana no tendrían impacto ya que más del 55% del área se encuentra desde espigazón en adelante.
Básicamente, la probabilidad de que se concrete una cosecha de 16,8 millones de toneladas responderá en gran parte a lo que se pueda obtener en la zona sur del área agrícola. Aquí la cuestión es diferente, ya que no fue afectada por una severa sequía y las lluvias fueron más regulares que en otras zonas del país. Así, “las expectativas de rinde permanecen próximas o por encima de los promedios históricos”.
Zona núcleo
En la zona núcleo – región que comprende el norte de Buenos Aires y el centro-sur de Santa Fe y Córdoba – las abundantes lluvias lograron frenar el deterioro del cereal y hubo una mejora en algunos de sus indicadores y en la esperanza de que el bloqueo seco llegué a su fin, dejando atrás seis meses de lluvias escasas.
“Si bien la estimación de rendimiento en trigo sigue 10 quintales debajo de los 39 qq/ha de la campaña anterior, las lluvias de esta semana permitirán mejorar la floración y el llenado de granos y lo más importante es que detendrán la caída del potencial de rendimiento”, remarcaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último informe semanal.
Así, la condición de los trigos evaluados como regulares y malos descendió 10 puntos porcentuales, de 55% a 45% en una semana. En el sudeste de Córdoba, por ejemplo, las lluvias llegaron en pleno periodo crítico del cultivo, aunque, de todas maneras, se espera una caída del rinde del 50%. En este sentido, técnicos de la localidad cordobesa de Noetinger consideraron que “el promedio del trigo en la zona es de 30 qq/ha; este año vamos cosechar solo 15 qq/ha. Pero si hubiese seguido el calor y la sequía, cosechábamos menos todavía”.
Respecto al clima, se esperan lluvias para este fin de semana, lo cual permitiría que en los últimos 10 días de octubre se alcance a cubrir el 90% las lluvias correspondientes para este mes según la media histórica. “Esto es una señal muy fuerte de que se estaría quebrando el bloqueo seco que ha acechado a la región en los últimos seis meses. Esa es la gran noticia que estaría mostrando fines de octubre si se concreta el pronóstico de lluvias. Y las chances son muy buenas: los modelos se muestran firmes y los mecanismos de circulación están muy activos para este fin de semana. Las lluvias empezarían a normalizarse, incluso con una “Niña” de fondo”, destacó la entidad.