Es el cálculo que hace la CRA, considerando que el componente impositivo llega al 47% en el caso del combustible. Convertido a maíz a valores actuales, ese monto equivale a medio millón de toneladas.
Entre agosto de 2020 y marzo de 2021 los combustibles en el país tuvieron once incrementos, sumando en el caso del gasoil nada menos que 51,3% en apenas ocho meses.
Entre fines de julio y hoy el precio de este combustible pasó de $ 50,04 el litro a $ 75,7 este mes, al menos en el Área Metropolitana Buenos Aires, porque hay que recordar que en muchas localidades del interior, los surtidores incluso marcan más al momento de cargar.
Pero más allá de los aumentos del precio final, el peso de los impuestos en los combustibles, hace que con cada incremento haya una nueva transferencia de recursos del sector privado al fisco.
El peso de los impuestos en los combustibles, hace que con cada incremento haya una nueva transferencia de recursos del sector privado al fisco
El último incremento, efectivizado este martes, supone el pago de $ 9000 millones más en concepto de impuestos vía carga de combustible, estima un informe de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
“Este nuevo incremento, que se manifiesta con $ 6,40 por cada litro cargado en el tanque, representa $ 19.200 millones extra para el sector productivo (si anualizamos su incidencia)”, asegura la entidad.
Las cifras se aclaran cuando se recuerda que el precio final del combustible tiene un 47% de componente tributario. Así, sólo tomando este último aumento, “el campo aportará anualmente unos adicionales 9.000 millones de pesos en concepto de impuestos“, destaca CRA.
En un comunicado la entidad explicó que las subas de precios recurrentes, la actualización obligatoria trimestral por IPC del Impuesto a los Combustibles Líquidos, y el impuesto al dióxido de carbono, “aumentan la presión fiscal recaudada con cada carga y es que, en algunos casos, el 47% de lo pagado en la factura de combustible son impuestos“.
Según cálculos del Departamento Económico de CRA, si se convierte en los 9000 millones de pesos en maíz, “el aumento representa poco más de un millón de toneladas de la presente cosecha y la presión tributaria de ese aumento unas 508.000 toneladas del mismo“.}
El aumento representa poco más de un millón de toneladas de la presente cosecha y la presión tributaria de ese aumento unas 508.000 toneladas del mismo
En la realidad es difícil precisar el precio exacto que paga cada productor, porque los valores difieren según las localidades. Además, según fuentes del mercado petrolero muchas veces hay promociones (YPF Ruta o similares de otras compañías), descuento de impuestos por carga de gasoil, o canje de combustible por granos.
Como sea, es claro que cada nuevo aumento supone un golpe al sector productivo y una transferencia de recursos indirecta del sector privado al Estado.
“Este es el cuarto aumento en menos de dos meses y medio, YPF sigue avanzando en su intención de financiar sus ambiciosos proyectos de inversión a través del aumento de sus combustibles, forzando así los precios de venta de un insumo sensible y esencial en las distintas cadenas productivas del país“, destaca Confederaciones Rurales Argentinas.
En un escenario de sequía, con una cosecha que no será la esperada; “lejos de menguar, la voracidad fiscal del Estado no parece tener límites“, subraya el comunicado.
Y cierra CRA: “Esto es un escalón más de incremento a la cuasi confiscatoria presión tributaria que se ejerce sobre todos los sectores productivos de la Argentina, la situación es cada vez más inviable”.