El déficit hídrico impactó en el principal cultivo de fina, cuya recolección nacional cerró en 17 millones de toneladas; sin embargo, la de cebada finalizó en 4,1 millones de toneladas, 17% más que en el ciclo 2019-20.
Pese a las precipitaciones de las últimas semanas en distintas zonas del área agrícola, la sequía que golpeó las áreas productivas del país durante el 2020 acusó recibo y se trasladó a los números finales de producción.
Según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) la cosecha de trigo fue de 17 millones de toneladas, lo que implicó una caída del 10% respecto del ciclo previo, debido al impacto de la sequía en el centro y norte del país.
El Panorama Agrícola Semanal (PAS) publicado por la entidad indica que con la recolección de los últimos cuadros remanentes sobre el sur del área agrícola, la campaña registró un rinde promedio de 28,2 quintales por hectárea, 1 quintal por debajo del rinde promedio del ciclo previo.
“El rendimiento promedio nacional se ubica como el segundo más bajo de los últimos 10 años. Las pérdidas de área fueron del 7,2% y representan la proporción más alta en el mismo período de tiempo. Sin embargo, la producción alcanzada de 17 millones de toneladas representa un 15,6% por encima del promedio de la última década. La campaña fina 2020/21 estuvo condicionada por el déficit hídrico desde la siembra hasta la cosecha. Esta escasez de humedad no solo imposibilitó una posible expansión del área, sino que además afectó el crecimiento y el desarrollo del cereal”, explica el texto.
Martín López, analista de Estimaciones Agrícolas de la BCBA dijo que la cosecha de trigo culminó con casi dos millones menos de toneladas que la campaña pasada. “Dentro de todo no es un mal número ya que la provincia de Buenos Aires tuvo rendimientos muy buenos”, afirmó en diálogo con Canal Rural.
Las perspectivas del sector para con el trigo eran optimistas, con una siembra proyectada en más de 7 millones de hectáreas y una producción récord por encima de los 19 millones de toneladas, que llegaba hasta las 21 millones.
En cuanto a, la cosecha de cebada finalizó a nivel nacional con un aumento del 17% respecto de la campaña anterior, al sumar un total de 4,1 millones de toneladas, gracias a rendimientos por encima de los previstos en determinadas zonas.
De esta manera, la producción del cereal aumentó en 600.000 toneladas respecto del ciclo anterior, cuando resultó afectada por una severa sequía registrada en el sur bonaerense. El promedio nacional alcanzó los 36,3 quintales por hectárea, 160% por encima de 13,7 registrados en la campaña 2019/20.
Respecto de la cosecha de girasol, la entidad registró un 5% del área apta recolectada y un rinde medio de 14,4 quintales por hectárea. Los especialistas de la BCBA explicaron que la imposibilidad de concluir los planteos de siembra en el centro y norte del área agrícola, además del déficit hídrico, provocaron una caída en la proyección de producción de 200.000 toneladas, lo que la ubica en en 2,9 millones de toneladas.