Un informe advirtió que el ingreso total para el próximo año se proyecta en US$ 38.506 millones, contra los US$ 49.878 millones de la campaña anterior.
El ingreso de divisas del sector agropecuario proyectado para el 2023 se reducirá en US$ 11.372 millones con respecto al 2022, lo que complicará el escenario de reservas del Banco Central de la República Argentina.
Así lo indica un informe elaborado por el consultor agropecuario Pablo Adreani. El hecho de que los productores hayan vendido 14,5 millones de toneladas de soja (se les reconoció a $200) durante septiembre ya le quita volumen y voluntad de venta a los productores de la soja aún tienen sin vender.
La recaudación total para 2023 se proyecta en US$ 38.506 millones versus US$ 49.878 millones de la campaña anterior.
La peor sequía en la historia reciente y las recurrentes heladas durante octubre y la primera semana de noviembre, han sido los principales factores que influyeron en la caída de la producción y saldos exportables, no solamente de trigo sino también de soja, maíz y otros cereales de invierno.
El consultor detalló que el ingreso de dólares frescos en concepto de retenciones a las exportaciones, el impuesto más distorsivo y anti exportador de todos, se reducirá en US$1.984 millones, al pasar de US$ 9.853 millones en el 2022 a US$7.869 millones proyectados para 2023.
El ingreso de divisas de los cinco principales cereales, forrajeros y oleaginosos (trigo, maiz, sorgo, soja, girasol, aceites y subproductos), se proyecta con una reducción de US$8.766 millones, de US$ 42.034 a US$ 34.182 millones.
Implica que estos productos son responsables del 77% de las bajas proyectadas en el ingreso de divisas en el total del 2023.
“La sequía no solamente ha tenido efectos negativos directos sobre la evolución de los cultivos ya implantados y sus rendimientos, sino que también ha impedido las siembras de los maíces durante septiembre, la mejor ventana de siembra para los maíces de alto potencial de rinde, y sobre la siembra en el mejor momento de la soja de primera”, indicó.
Toda esta demora en las siembras implican menores rindes proyectados, en el caso del maíz de siembra temprana que ya no se ha podido sembrar, la caída de los rindes con respecto a los maíces de siembra tardía o de segunda es de unos 4.000 kg/ha. En el caso de la soja, como es un cultivo que responde al fotoperíodo, cada semana de atraso en su siembra implica menores rindes potenciales en la cosecha.
Este es el principal motivo por el cual el ingreso de divisas se vera seriamente afectado en los últimos dos meses del 2022 y en el primer semestre del 2023 (Ver infografía “Ingreso de Divisas Totales”).
El ingreso de divisas en el semestre Enero-Junio 2023, de US$ 15.850 millones, se reduce en US$ 3.294 millones en comparación con las divisas ingresadas en igual período del 2022, US$ 19.144 millones.
Dicha baja en el ingreso de divisas es consecuencia directa de la menor producción de trigo y del atraso en las siembras de maíz y de soja.
La primera baja se produjo en la producción de trigo, cuando no se pudieron sembrar un millón de hectáreas por falta de humedad en los suelos, pérdida equivalente a 4 millones de toneladas. Las perdidas siguieron con la sequía, durante 5 meses, que afectó a los cultivos que se pudieron implantar y las sucesivas heladas durante los últimos 60 días, pérdidas estimadas por un total de 6 millones de toneladas.
En total, la producción de trigo se habría reducido en 10 millones de toneladas, de 22,5 a 12,5, lo que estaría provocando una baja del saldo exportable de 15 a 6 millones de toneladas. Señaló que noviembre-diciembre de 2022 y enero-febrero de 2023 son meses que estarán influenciados por la fuerte caída en la producción de trigo y su impacto directo sobre el menor saldo exportable de 6 millones de toneladas, el volumen de exportaciones más bajo desde el 2016. Sólo en trigo, las divisas proyectadas para la actual cosecha (US$ 2.208 millones) se podrían ver reducidas en US$ 3.042 millones con respecto al año anterior (US$ 5.250 millones).
A partir de marzo y abril, la caída en la superficie de siembra de maíz temprano tendrá influencia directa en la menor producción y en la caída de la oferta para exportación durante los primeros meses del año comercial.
Para 2023 se proyectan exportaciones de maíz por 30 millones de toneladas versus las 35 millones exportadas en el año, lo que implica menor ingreso de divisas.
Las exportaciones proyectadas para el maíz el año próximo sumarían US$ 9.000 millones, lo que implica una caída de US$ 1.150 millones en comparación con los US$ 10.150 millones de este año.
La soja es el producto con mayor pérdida potencial en el ingreso de divisas, a pesar que se proyecta un aumento en las exportaciones de aceite y harina de soja, la fuerte baja que ya se confirma en los precios del aceite de soja y harina de soja para el 2023, impactan negativamente en el ingreso de divisas.