Desde CAFMA esperan un 70% menos de operaciones. Se cortaría la racha de crecimiento que en los últimos años fue impulsada por el precio de los granos y la inversión en bienes durables por la dificultad de comprar dólares.
La sequía y las altas tasas de interés proyectan un 2023 malo para la maquinaria agrícola. Las proyecciones marcan una caída de ventas del orden del 70%, marcado por una menor cosecha y de créditos accesibles. Será un fuerte freno, porque esta actividad viene de varios años de crecimiento, impulsado por el precio de los granos y la inversión en bienes durables por la dificultad de comprar dólares.
En el primer semestre del año, la industria registró una facturación de $ 122.982 millones, un 78,1 por ciento más respecto del primer semestre del año anterior. Y en todo 2021, las ventas sumaron $ 171.182,8 millones, un 69,8 por ciento más en relación con 2020, de acuerdo con datos del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).
La falta de lluvias y un panorama incierto desde lo económico para el productor agropecuario desalienta la inversión, que impacta contra el sector de la maquinaria agrícola. Proyectan que el próximo año estará marcado por la caída de las ventas. Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) indicó que el año que viene el sector deberá enfrentar una fuerte baja en el flujo de encargos.
Un 2022 con buenos números para venta de maquinaria agrícola
Los números de 2022 fueron buenos para el sector. El crecimiento se verificó en todos los rubros en los primeros seis meses de este año: las sembradoras aumentaron 84,7 por ciento; los implementos, 83,7 por ciento; las cosechadoras, 78,9%; y los tractores, 69,9%. En el caso de las maquinarias nacionales, los mejores resultados se registraron en cosechadoras e implementos, con incrementos en la facturación del 103,4% y del 94,1%, respectivamente. Los ingresos generados por iguales equipos importados crecieron un 3,4% y un 33,5%.
En el análisis realizado, el desplome está ligado a dos realidades muy claras. Por un lado, la sequía, que todo indica va a seguir impactando al menos en el comienzo de 2023 y las altas tasas de interés que restringen las opciones de financiamiento para los productores agropecuarios.
En una industria que congrega a unas 1200 fábricas en el país, los motores del crecimiento de años anteriores fueron impulsados por el precio de las commodities; con créditos a tasas razonables que el Gobierno había impulsado para motivar más compras. El sector también creció porque muchos productores invirtieron en bienes durables debido a las dificultades en la compra de dólares.
Caída de ventas y falta de créditos accesibles
La caída de ventas ya se sintió en el último trimestre del año. La falta de lluvias y las expectativas de los productores de una menor cosecha han generado una fuerte retracción. Entre octubre y diciembre de 2022, las estadísticas muestran una caída en los patentamientos, en relación a los que se realizaron seis meses atrás.
Se observa una caída considerable en los últimos meses del año en materia de ventas. El fenómeno trae aparejado una baja en el ritmo de ampliación de muchas fábricas. Los proyectos de inversión que se están concretando ahora corresponde a períodos anteriores, y “es probable que manden al freezer muchos planes para sumar metros cuadrados y adquirir bienes de capital”, remarcaron.
Los números de noviembre
En noviembre, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), se patentaron 624 máquinas, un 25,5% menos en comparación al mismo mes del año pasado.
Por rubros, las cantidades de ese mes fueron los siguientes:
- 62 cosechadoras
- 516 tractores
- 46 pulverizadoras.
Esta caída de ventas, según proyectan en la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), se profundizará el año próximo. Las empresas ya están previendo una caída del 70% en las operaciones, como consecuencia de la sequía y la creciente falta de financiación.