Comenzaron hace 6 años buscando restos arqueológicos en el nacimiento del arroyo «El Pardo», un campo cercano a las inmediaciones de Claraz.

De aquel entonces volvieron en dos oportunidades. La pandemia suspendió los trabajos y en esta semana retomaron las excavaciones, los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

Están parando en Claraz y desde principios de semana comenzaron a trabajar en el campo. Las bajas temperaturas los trataron rigurosamente pero no se quejan. Se aprecia, en sus diálogos y en sus explicaciones que disfrutan del trabajo.

«El lunes fue el peor de los días, tuvimos lloviznas, granizo, viento y algo de nieve, además de las bajas temperaturas», explicó Natalia Mazzia, a cargo de los trabajos.

«No estamos solamente buscando indicios, objetos, buscamos la disposición y lugares dónde y cómo se encuentran. Lo que queremos lograr es contar una historia de cómo vivían hace 10.000 años», cuenta Nora Flegenheimer, jubilada del Conicet pero trabajadora activa de campo.

Mazzia asegura que se ha establecido que hace 12.000 años vivían personas en esta zona. «Nuestra investigación comienza en la zona de las sierras y nosotros hemos bajado a la llanura, donde a orillas de un curso de agua, hemos hallado algunos indicios», aseguró la investigadora.

Si bien coinciden que es un largo trabajo y de mucha paciencia aseguran que seguirán viniendo, investigando y buscando hasta poder establecer fehacientemente que hubo grupos de personas que se establecían en esta zona y continuaban su recorrido.

Con respecto a la topografía de estos lugares hace 10.000 años, Flegenheimer aseguró que no ha cambiado, pero el ambiente sí. «El mar estaba unos 60 kilómetros más retirado que donde está hoy, por lo tanto esta zona era más continental que en la actualidad».

Las investigadoras dieron una charla con fotografías de cómo trabajan y qué buscan en arqueología a alumnos de las diferentes escuelas a los que se los veía muy interesados en un tema que tenemos pocas posibilidades de apreciarlo en toda su dimensión en nuestros pueblos.

Fuente: JfNet