El clásico de Quequén entre Estación y Ministerio, disputado el pasado lunes feriado en el estadio Carlos Cuomo del “Verde” y que finalizó con un empate 1 a 1, derivó en momentos de extrema tensión, golpes y agresiones que desvirtuaron la fiesta deportiva y expusieron graves falencias en el operativo de seguridad.

Al finalizar el encuentro, la situación se descontroló en la zona de vestuarios, donde se vieron empujones y cruces violentos entre jugadores y personal de ambos clubes, lo que anticipaba un ambiente caldeado.

Sin embargo, el punto de inflexión se dio cuando la hinchada de Ministerio, lejos de mantenerse en su lugar, rompió un portón e ingresó corriendo al campo de juego, ante la notoria pasividad y falta de reacción del operativo policial. Este hecho generó un caos en el predio.

A pesar de que la seguridad había sido supuestamente “duplicada”, con la presencia de ocho efectivos del GAD (Grupo de Apoyo Departamental), la situación se desbordó por completo. Lo que siguió fue una sucesión de corridas, insultos, piedrazos y hasta el lanzamiento de un fierro, mientras la parcialidad local de Estación aún no podía retirarse del estadio, irónicamente, por supuesta “seguridad”.

Además, desde la tribuna ocupada por la hinchada de Ministerio, se reportó el uso de pirotecnia sin ningún tipo de control, añadiendo un elemento más de riesgo a la ya convulsionada situación.

Lejos de quedar allí, las acusaciones cruzadas están a la orden del día y este miércoles, además de conocerse una sanción de Aprevide a Ministerio con la disputa de cuatro partidos sin público en Primera División, aparecieron dos comunicados oficiales contando su versión de los hechos. Primero fue la de Ministerio, y luego llegó la respuesta de Estación en repudio a lo escrito por la gente del Decano. En la cancha empataron 1-1, pero fuera de la misma continúa la pica.