El sábado pasado en el Club Teléfonos de Mar del Plata, la escuela Hombres de Honor de Necochea participó del torneo abierto de artes marciales Kickboxing, K1 y Muay Thai, fiscalizado por la International Sport Kickboxing Association. El artista marcial necochense Malco Álvarez retuvo su título en la categoría hasta 81Kg de Muay Thai y se despidió con rotundo éxito del amateurismo.
Uno de los platos fuertes del evento fue la pelea por el Título Revancha del Ring en categoría hasta 81Kg en disciplina marcial Muay Thai Clase A, disputado precisamente entre el necochense y Lucas Messina (Chacarita).
Alvarez defendió el título, conquistado en octubre del 2024 en este mismo ring, en un espectacular combate que solo duró 1m08s37, tiempo necesario para que el necochense demostrara por qué era el Campeón.
Si bien Lucas Messina abría la pelea, no pudo defenderse del furtivo ataque que ejecutó Malco Álvarez, que en primera instancia, lo dejó desequilibrado y con poca capacidad de recuperación, tras recibir una seguidilla de certeros golpes de puños y patadas.
El trastabilleo obligó al árbitro a realizar un primer conteo del que se recuperó pero a continuación Álvarez definió el combate con un preciso golpe que derribó a Messina sobre la lona del ring, desde donde no pudo reincorporarse más.
Así, el Campeón retuvo su título y festejó por partida doble ya que ese día era además su cumpleaños y estuvo acompañado por gran parte de sus compañeros, amigos y familiares que una vez más disfrutaron de una contundente victoria, la última como amateur para Malco Álvarez.
Del evento, participaron también Santiago Salvador (Hombres de Honor) desafiando a Santiago Ocampo (Maverick) en la categoría hasta 60Kg, en la disciplina marcial Muay Thai.
La pelea que definió Santiago Salvador fue la primera a 3 rounds, de 2 minutos de duración, tiempo que el necochense supo capitalizar brindando un gran espectáculo al plantear una lucha sin cuartel contra su rival, con quien terminó empatando por puntos.
Este fue el 43° de los casi 90 combates definidos por la tarde en el gimnasio principal del Club teléfonos, predio que se vio colmado de público y de luchadores que provenían en gran medida de la provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.