El domingo 5 de junio de 1988 fue el día más importante en la historia del fútbol necochense. Si Quequén tenía diez mil habitantes, esa cantidad de almas vibraron en el estadio de Rivadavia cuando Luis Paquillo Sánchez convirtió el gol del triunfo. 1 a 0.
Histórico ascenso al Nacional B. La fiesta retumbó en la pacífica ciudad. La caravana de coches hizo sonar sus bocinas hasta entrada la noche. Cuando la fiesta popular llegó a su fin, los jugadores cumplieron la promesa empeñada. En una noche lluviosa y helada, corrieron un par de kilómetros hasta Costa Bonita con el objeto de agradecer a la Virgen de la Playa. Objetivo cumplido. Ahora: Nacional B.
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Con el ascenso en el bolsillo, comenzó a conformarse el equipo para una divisional de gigantes. El Nacional B 1988/89 prometía ser tan apasionante como complicado. Estación Quequén debería enfrentar a clubes de la talla de Huracán, Lanús, Quilmes, Banfield, Unión, Colón, Belgrano de Córdoba, Atlético Tucumán o Chaco For Ever.
Con información del Área de Museos