El Paris Saint Germain de Francia le ganó 2-1 al Arsenal de Inglaterra, en condición de local, y, gracias al 3-1 global, avanzó a la final de la Champions League que tendrá lugar en la ciudad alemana de Múnich, sede que ya albergó cuatro partidos definitorios y en las cuales no ganó el equipo que ya había sido campeón anteriormente.
Este miércoles, el equipo del español Luis Enrique hizo estallar de alegría a toda su afición en el Parque de los Príncipes donde venció 2-1 a los de su compatriota Mikel Arteta y avanzó a la final de la Champions League por segunda vez en su historia tras lo que la edición 2019/20 donde cayó ante el Bayern Múnich de Alemania.
Justamente, en esta temporada, la sede de la final del certamen europeo será el Allianz Arena, el hogar del Bayern Múnich que fue eliminado en cuartos de final con el Inter de Milán de Italia, rival del Paris Saint Germain el próximo sábado 31 de mayo en dicha final.
Como sede, esta ciudad tiene una estadística particular e inédita que potencia la ilusión que ya de por si tenían los hinchas parisinos con el solo hecho de estar en una final europea.
Es que Múnich albergó, tanto en el estadio Olímpico como en el Allianz Arena, cuatro finales de Champions League y siempre salió campeón el equipo que nunca había conquistado el trofeo en su historia.
La primera vez que la ciudad alemana fue sede de una final fue en la edición 1978/79 donde el Nottingham Forest de Inglaterra le ganó 1-0 al Malmo de Suecia en el estadio Olímpico con gol de Trevor Francis. El equipo del histórico Brian Clough era debutante en el plano internacional y, tan solo dos años atrás, jugaba en la Segunda División de aquel país.
Tuvieron que pasar 14 años para que la UEFA designe nuevamente a Múnich como sede de una final de Champions League, nuevamente en el estadio Olímpico. Aquella temporada de 1992/93, el Olympique de Marsella de Francia venció 1-0 a un Milán de Italia, uno de los más laureados en este certamen, con el gol de Basile Boli.
Cuatro años más tarde, también en el estadio Olímpico, la final del certamen europeo se disputaba en Múnich. Aquel 28 de mayo de 1997, el Borussia Dortmund de Alemania le ganó 3-1 a la Juventus de Italia con el doblete de Karl-Heinz Reidle y el restante de Lars Ricken mientras que Alessandro Del Piero había descontado para la ´Vecchia Signora´.
La última vez que Múnich albergó una final de Champions League fue en la temporada 2011/12, esta vez en el Allianz Arena. Tras el 1-1 en el tiempo regular, el Chelsea de Inglaterra venció 4-3 en penales al anfitrión Bayern Múnich y fue campeón por primera vez en su historia, impidiéndole a los alemanes alzar su quinto trofeo de la Champions League.
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