El prestigioso Premio Olimpia se entrega a los deportistas desde 1954, por parte del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires, y en los 70 años de su realización se vio un notable desprecio al olimpismo nacional y al deporte amateur, sobre todo al único ganador de una medalla Dorada en los Juegos Olímpicos de París, como fue el “Maligno” José Torres Gil en BMX Freestyle.
En contrapartida, los grandes ganadores del Olimpia de Oro fueron Emiliano “Dibu” Martínez y Franco Colapinto, quienes lograron el máximo premio sin la histórica votación de las máximas autoridades del CPD (siempre se tiraron sobre la mesa un puñado de nombres y se fueron descartando uno a uno hasta llegar al ganador). Pero extrañó, en realidad, que en un año olímpico el atleta más destacado de París 2024 haya quedado afuera de la “conversación” sólo por no estar presente.
En definitiva, Martínez tampoco estuvo en la Usina del Arte aunque su premio no se discute al ser el mejor arquero del mundo y haber sido símbolo en 2024 de la Selección bicampeona de América. ¿Y Colapinto? Más allá de sus condiciones de muy buen piloto que quedaron demostradas en ese suspiro que fue su paso por la Fórmula 1, por ahora el carisma del pilarense es bastante más que su capacidad para acelerar a máxima velocidad.
La actuación argentina en la cita de la capital francesa estuvo lejos de ser importante pero Torres fue el primer oro en ocho años en una prueba rara y exótica. Entonces la sensación es que hubo algo de desvalorización hacia un deporte amateur. Si ese oro lo hubieran metido Del Potro o Ginóbili por ejemplo, ¿alguien podría dudar de quién hubiera ganado el máximo galardón?
En definitiva, el premio fue un desprecio al deporte olímpico aunque está claro que no sea el del presente un gran momento del deporte argentino, salvo por lo que ofrece la Selección de fútbol.
Con datos de Clarín