River Plate se quedó este domingo de manera agónica con el Superclásico ante Boca Juniors con un gol del colombiano Miguel Borja, de penal, en un final polémico, caliente y bochornoso que generó seis expulsiones, tres en cada equipo, luego de cruces verbales y físicos.


Como en una olla a presión, más de 83 mil hinchas de River celebraron la agónica victoria para el puntero del campeonato, que alcanzó los 37 puntos y sacó más diferencia de sus perseguidores. A su vez, estiró la diferencia a 19 con su eterno rival, que tiene 18 unidades.

El gol de Borja, de penal, fue sancionado por el árbitro Darío Herrera por una infracción de Agustín Sandez a Pablo Solari, en tiempo de descuento. Cuando el colombiano convirtió, se desató una trifulca entre los protagonistas por el festejo desmedido y desubicado de Agustín Palavecino delante del defensor Nicolás Figal.

Palavecino más los suplentes Ezequiel Centurión y Elías Gómez vieron la roja en River, mientras que Boca, que finalizó con 8 jugadores, sufrió las salidas de Ezequiel Fernández, Miguel Merentiel y Nicolás Valentini, además del entrenador, Jorge Almirón.


En el final, River, que se sacó de encima la humillante goleada ante Fluminense por 5 a 1 de entresemana por Libertadores, festejó de cara a su gente y los de Boca, masticando bronca, buscaron explicaciones en la terna arbitral.