Ahí está Marcelo Gallardo, con una sonrisa y con una lógica cara de sueño al dejar el hotel Costa Galana, en Mar del Plata. Ahí está y les firma autógrafos a algunos hinchas que nunca lo dejan solo, ni a él ni al plantel. Ahí también están los jugadores, receptivos para la foto o la firma para los fanáticos.

después de aterrizar en Buenos Aires, la metodología no se modificó: fotos y autógrafos en el camino al micro en el aeropuerto porteño y nada de declaraciones públicas.

Desde la doble postergación de la revancha, fue Rodolfo D’Onofrio quien llevó la voz cantante de River, con alguna aparición del vicepresidente Jorge Brito. Y ya en la madrugada de este jueves, el que apareció fue el propio Muñeco, quien mostró los dientes aunque no quería hablar mucho del tema: dijo que la final se va a jugar y espera el fallo de la Conmebol y que Boca se presente.

Ahora, el entrenador debe preparar el partido con Gimnasia de este domingo por la Superliga y esperar, más que nada, el fallo de la Conmebol. Porque esta Libertadores, además de la magnitud de esta final escandalosa, es la única vía que le queda a River para llegar a la Copa del año que viene…