La quita impactará en la factura de los usuarios residenciales que ya no contarán con el descuento y que, además, desde el próximo mes sufrirán un aumento tarifario en torno al 30%.
En cuanto a los beneficiarios de la tarifa social, mantendrán el 100% bonificado del gas hasta un bloque máximo de consumo (que varía según la zona del país) a partir del cual comenzarán a abonar el total del precio.
“Se trata de otro golpe contra la gente, sobre todo los que menos tienen, que termina siendo sobre quienes recae el duro ajuste que estamos sufriendo”, aseguró el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino, quien anticipó que recurrirá la medida.