El CONICET junto a la Fundación Williams acondicionaron un espacio interdisciplinario dedicado al conocimiento de las tortugas marinas en el Museo de Fauna Regional de la Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén (EHPQ), con impacto local en términos científicos, educativos y turísticos.

La nueva sala “Joselito y las Tortugas Marinas”, dependiente del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN-CONICET), ya se puede visitar a metros del Puerto Quequén y de la desembocadura del río homónimo. Se trata de un espacio de divulgación científica innovador, que invita a descubrir la biodiversidad marina del Litoral Atlántico Argentino desde una mirada local, sensible y educativa.

El proyecto fue posible gracias al financiamiento otorgado por la Fundación Williams, en el marco de su convocatoria Ensayar Museos 2024, destinada a estimular nuevas prácticas museográficas con base científica y enfoque territorial, indicó Conicet en un comunicado. La iniciativa fue una de las seleccionadas entre más de 600 propuestas museísticas de todo el país.

El nuevo espacio presenta tres salas secuenciales que ofrecen diferentes tipos de experiencias:

“El viaje de las tortugas marinas” introduce al visitante en la vida de estos animales, sus migraciones por el océano y el rol ecológico que cumplen. Mediante recursos visuales y paneles informativos, se abordan aspectos biológicos clave como la alimentación, la reproducción y los patrones de desplazamiento.

La sala “Encuentro con Joselito” es el corazón narrativo del recorrido. Allí se recrea el universo del personaje “Joselito”, una figura mítica de las localidades de Necochea y Quequén, que representa el vínculo humano con las tortugas y las criaturas marinas. A través de una ambientación escenográfica y elementos sensoriales, se propone una experiencia emotiva que combina ciencia y territorio.

“Ciencia en acción” presenta investigaciones en curso sobre tortugas marinas en la Argentina, con énfasis en el trabajo de la EHPQ y del CONICET. Incluye recursos interactivos, proyecciones audiovisuales y muestras físicas que permiten conocer las amenazas que enfrentan estas especies, las acciones de conservación, y el monitoreo científico que se realiza en el litoral bonaerense.

Conocimiento e impronta comunitaria

El diseño y desarrollo de las salas involucró a biólogos marinos, museólogos, ilustradores científicos y comunicadores, en una colaboración entre la EHPQ, el MACN y CONICET Ferias, junto al equipo de diseño de la DRI.

En este marco, la jefa científica del proyecto y bióloga marina del CONICET, Laura Prosdocimi, resaltó diversos aspectos de la relevancia del estudio de las tortugas marinas: “Son especies en peligro que enfrentan múltiples amenazas, desde la contaminación por plásticos hasta la captura incidental en pesquerías por ejemplo. Seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo están amenazadas de extinción, incluyendo tres que llegan a la Argentina, la tortuga verde, cabezona y laúd. Debido a su rol ecológico y sensibilidad a los cambios ambientales, las tortugas marinas actúan como bioindicadores de la salud del ecosistema marino. Son altamente migratorias, recorren miles de kilómetros en el océano, conectando diferentes hábitats y regiones, lo cual permite estudiar las interacciones ecológicas”.

El investigador del CONICET y director de la EHPQ, Gustavo Chiaramonte, subrayó que esta muestra aborda diversos temas de interés científico y local. “El primero de ellos es que en las aguas costeras del distrito se pueden encontrar tres especies de tortugas marinas y la muestra refiere cuáles son, sus características y por qué se encuentran en estas aguas. El segundo está relacionado con la conservación de las especies marinas dando alternativas de cómo se puede ayudar a través de una serie de recomendaciones y acciones para realizar en el territorio por medio de proyectos de ciencia ciudadana. Y el tercer tema es el de registrar la leyenda local que narra la presencia de un monstruo marino que los pescadores locales llamaron ‘Joselito’; por este carril se incorporan al proyecto disciplinas artísticas que permiten sumergirse en las ciencias naturales y la conservación a través del arte”, puntualizó.

Además, comentó: “Esta última intención se vio reflejada inmediatamente en la comunidad local, ya que la Escuela Municipal de Artes de Necochea en la inauguración de la sala realizó una actividad llamada ‘Mi amigo Joselito’, que incluyó la realización de una pintura sobre bastidor del Monstruo marino, actividad de la que participaron alrededor de un centenar de niños”.

Por otro lado, Chiaramonte sostuvo: “Todo esto está expuesto usando nuevas tecnologías aplicadas a las exhibiciones, que pudieron ser incluidas gracias a los fondos y trabajo de la Fundación Williams, del CONICET y del Museo Argentino de Ciencias Naturales. Esto permitió la puesta en valor del museo y la incorporación de tecnología a la exposición permanente”. Y agregó: “Nuestra expectativa es que la comunidad local pueda reencontrarse con una EHPQ renovada, que puedan utilizarla también como recurso en educación”.