Dolores Rom fue la primera maestra de nuestra ciudad y vaya en su nombre el saludo a todos los maestros en su día.

Cuando se fundó el pueblo de Necochea, sólo treces chicos del distrito recibían educación, por esta razón años antes se iniciaron gestiones ante el director general de Escuelas de la Provincia, Domingo Faustino Sarmiento. El 1º de marzo de 1883, desafiando toda precariedad, Dolores Rom comenzó a dictar clases en la que luego sería la Escuela Nº 2 y que en ese momento eran nada más que tres aulas con paredes de barro.

“Mi primera escuelita tenía 10 varas de frente por 6 de fondo. Era un ranchito de adobe en el que cabían más o menos bien mis 24 primeros alumnos”, explicó años más tarde Dolores. Muchos de los chicos venían a caballo de las chacras vecinas.

Rom había nacido en Tandil el 31 de octubre de 1866. Hija de Clemente Rom, español, y de Dolores Molina, una uruguaya. Llegó a nuestra ciudad el mismo año de su fundación. Al respecto comentaba algunos de sus recuerdos:

“Fui poco a poco dotando a la escuelita de lo que le hacía falta”, recordó muchos años después. “Puse los horarios en marcos, ordené deberes en carpetas, hice la biblioteca en el armario de lavatorio que llevara la casa”.

“Cuando llegó el primer inspector me di un gran susto. Recuerdo que se detuvo una volanta en la puerta y descendieron el inspector Leopoldo F. Bom y Angel Murga, fundador del pueblo. La puertita era tan baja que debieron inclinarse para entrar. Dicté frente a ellos mi clase, con elementos intuitivos y poco tiempo después era nombrada la primera maestra oficial de Necochea”.

Con información del Área de Museos