A diferencia de la decisión que tomó la Ciudad de Buenos Aires de prohibir el uso de celulares en las escuelas, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires señaló que sostendrá el camino que tomó hace ocho años de avalar el uso de la tecnología en el aula, pero controlando que esta tenga un uso pedagógico.

“Reconocemos la magnitud y la profundidad del problema, sobre todo en el secundario y algo en el primario. Cada jurisdicción busca soluciones, prueba caminos, son problemas dinámicos. No quiero calificar la decisión de CABA, debe ser la mejor que ellos evaluaron. Nosotros vamos por otro camino”, señaló el titular de la Dirección General de Cultura y Educación, Alberto Sileoni.

El funcionario de Axel Kicillof recordó en la AM 990 que “en 2006 tuvimos esa norma, en el 2016 se emitió una resolución de las tensiones lógicas que produce la tecnología, pero hay elementos para pensar que se pueden habilitar los dispositivos en el aula siempre que sea un recurso pedagógico”.

“No digo que no tenemos problemas, a veces hay desbordes o un uso abusivo, pero preferimos el camino de la no prohibición absoluta, sino el de darle confianza a los docentes para que trabajen esa situación de aula”, señaló.

“Hay que tratar siempre de no dejar a los profesores en soledad. Hay normas internas del accionar escolar que señalar que en el aula hay que tener atención, espíritu de trabajo y eso lo conduce cada docente. Tenemos una Dirección de Tecnología, acciones de capacitación, pero en el marco final del aula podés tener una norma prohibitiva o una que lo habilite y vas atendiendo los excesos”, manifestó el experto en educación.

En ese orden, señaló que, además, “hay un problema conexo aquí: sería bueno seguir repartiendo tecnología como se venía haciendo. Ahora se discontinuó, pero si hubiese tecnología escolar ya no necesitas el dispositivo personal de los estudiantes”.

“Hay una responsabilidad familiar. Hay una primera contención, que es la familia que quizás no está cumpliendo su función. ‘No le puedo decir que no, lo tienen todos y él no’, entonces le delegas el problema a la escuela. Si se anticipa el uso (del celular) a los primeros grados de primaria… no es necesario subirse a todas las olas de la sociedad”, evaluó.