El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, reveló este miércoles que la intención del Gobierno nacional es comenzar a aplicar el 1 de septiembre los cambios en los protocolos para intensificar la presencialidad en las escuelas.
La definición la tomaría mañana el Consejo Federal de Educación. La fecha del miércoles de la semana próxima (y no del lunes) sería para darle tiempo a las escuelas “para reorganizarse”, dijo el funcionario.
“Tenemos que ver cada una de las realidades de los establecimientos educativos”, aseguró Trotta, y recordó que un 26% de los establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires ya “han tenido un regreso absoluto a la presencialidad”.
La propuesta que la Nación llevará al Consejo es “sostener todas las medidas de cuidado y disminuir en algunos casos la distancia” permitida entre los chicos, lo que permitiría dejar de dividir los cursos en burbujas y que los alumnos asistan “todos los días y todas las semanas” al colegio.
“Ese es el paso que se quiere dar en todas las jurisdicciones que necesitan alguna modificación del protocolo que se ve reflejado en la mejora de los indicadores sanitarios y epidemiológicos”, subrayó Trotta.
El planteo es que la “distancia óptima” siga siendo de 1,5 metros y que haya una “distancia admisible” menor, que podría ubicarse entre los 90 centímetros que pidió la Provincia de Buenos Aires y el metro.
“Es una alternativa”, dijo Trotta sobre la propuesta bonaerense. “El Centro de Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, la CDC, plantea una distancia mínima de tres pies, que son un poco más de 90 centímetros, y eso es lo que estamos terminando de conversar con los especialistas”, indicó, y recordó que el lunes, en la primera reunión con el Consejo Asesor para el Regreso a las Clases Presenciales para tratar estos cambios, “se hablaba de 90 centímetros, 95 centímetros o un metro”.
Las declaraciones del ministro tienen lugar un día después de que el gobernador Axel Kicillof anunciara el pedido que llevará al Consejo Federal de Educación para achicar la distancia permitida entre los alumnos.
Trotta mencionó que habrá que “compensar esa disminución” con “mayores controles y otras medidas”. Por su parte, en aquellos establecimientos donde la distancia sea menor de 90 centímetros o un metro se incorporarían “otros aspectos, como los medidores de dióxido de carbono para que haya una circulación del aire, el uso de tapabocas o barbijos especiales, doble barbijo y también testeos en los estudiantes”, enumeró el ministro.
“Estamos viendo cada una de estas medidas que permitan intensificar la presencialidad siendo muy responsables en lo que tiene que ser el control, la fiscalización y por supuesto el cuidado de la salud”, agregó.
El funcionario aclaró que la propuesta todavía debe terminar de “consensuarse y validarse” con los expertos y las máximas autoridades de cada jurisdicción.
Destacó que este análisis es posible por “la mejora constante de los indicadores sanitarios y epidemiológicos y el avance del proceso de vacunación”. Pero aclaró que si se complejizan esos indicadores “va a haber que tomar decisiones diferentes” de acuerdo a la jurisdicción.
Fuente: La Capital