El ministro de Educación Nicolás Trotta adelantó que buscan que el cierre sea presencial y podría articularse con el ingreso a la universidad.
El ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta, aseguró este lunes que los alumnos que estén cursando quinto y sexto año de la secundaria podrán terminar el ciclo lectivo 2020 en abril del año próximo, para poder darle “un cierre” presencial a esta etapa.
“Es una idea que hemos planteado. En el Consejo Federal aprobamos un proceso de reorganización general con una mirada de unidad pedagógica en 2020 y 2021. Es decir que lo que no se ha podido abordar este año se va a hacer el año próximo”, detalló el funcionario a cargo de la educación en diálogo con Futurock, y agregó: “Pero, para los que están terminando el secundario, hemos permitido que el ciclo lectivo se pueda extender hasta el 30 de abril”.
El ministro adelantó que la idea es avanzar con “una propuesta presencial que permita el cierre de la educación obligatoria, articulando con el nivel universitario o superior, para que todos los estudiantes que deseen ir a estudios superiores el año próximo lo puedan hacer”.
En este sentido, reveló que “hay propuestas de distintas universidades para que el cierre de ciclo secundario se pueda llevar adelante inclusive en la propia universidad, articulando con cada jurisdicción”. Esta posibilidad se debe a que en 2021 se encontrarían los nuevos quinto y sexto año, con los que aún están cerrando el ciclo lectivo anterior, y esto generaría “un problema de infraestructura escolar”.
TN.com.ar habló con fuentes cercanas al ministro Trotta y confirmaron que esta medida fue aprobada por el Consejo Federal de Educación, pero que “cada jurisdicción va a determinar cómo la implementará”. De esta forma, por medio de esta resolución conjunta se permite que se puedan extender unos meses más el ciclo lectivo 2020 para ajustar los contenidos que sean necesarios antes de iniciar la educación superior.
A fines de abril, en una teleconferencia con la Comisión de Educación del Senado, Trotta ya había planteado la posibilidad de autorizar la extensión del ciclo lectivo. “Podemos trabajar un módulo específico que surja del consenso, donde en los meses de febrero, marzo y abril se pueda intensificar los contenidos y garantizar los saberes y dar un cierre de los 14 años de educación obligatoria. Y proyectar, sin estigma, la educación universitaria, que excepcionalmente comenzaría en mayo”, anunció en aquel momento.
En relación a cuándo considera que los alumnos podrán regresar a las escuelas, vaticinó: “La expectativa que tenemos es que en marzo pueda haber un regreso general a las aulas”.
El ministro de Educación también se refirió a la negociación con el Gobierno porteño para que algunos alumnos puedan regresar a las clases presenciales en espacios abiertos, y remarcó que “desde hace varias semanas se está intentando trazar un camino en común”.
“La semana pasada planteamos priorizar la respuesta a los chicos y chicas que no hay tenido vinculación con la escuela y construir un indicador que nos permita proyectar un regreso seguro en el campo epidemiológico. Estos indicadores, entre otros aspectos, vinculan cantidad de casos en los últimos 14 días y el nivel de positividad de testeos, además de la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Esperemos mañana (martes) tener esos indicadores para poder establecer si el regreso es o no seguro”, agregó en referencia a que estén listos para la próxima reunión que mantendrá con Soledad Acuña este 29 de septiembre.
En este sentido, advirtió que las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires tienen “una mirada muy optimista”, y volvió a mencionar que “ningún país del mundo ha propuesto volver a las clases en espacios públicos”.
“Todos reconocemos que el impacto de la pandemia es profundo en nuestros estudiantes, pero somos conscientes que la región metropolitana sigue teniendo un nivel de circulación importante”, aseguró el ministro, y adelantó que vienen “trabajando con otras jurisdicciones para un regreso en las próximas semanas”.
El Ministerio de Educación porteño trabaja en ajustar un plan -que presentará esta semana- que plantea el regreso a la presencialidad, en forma escalonada a partir del 5 de octubre. Incluiría a 25 escuelas primarias y 25 secundarias, con turnos de dos horas y grupos de hasta 10 personas. La idea es iniciar con jornadas de apoyo escolar para los 6500 alumnos que perdieron todo vínculo con sus docentes. Y, luego, ir sumando a otros grupos, como primer grado de primaria y los últimos años de secundaria.
Este domingo, Trotta dialogó con radio Mitre y manifestó su deseo de que los estudiantes de todo el país regresen a las escuelas “antes de fin de año”, pero aclaró que la prioridad del presidente Alberto Fernández es evitar contagios entre maestros y chicos, y que por eso la toma de decisiones está condicionada en relación a la evolución de las “estadísticas epidemiológicas”.
Respecto a los dichos de Acuña sobre la posibilidad de dar clases en el verano, el funcionario nacional remarcó: “En enero no va a haber clases presenciales. El impacto de la pandemia no lo resolvemos con tres semanas”.
Trotta también realizó un panorama sobre la situación actual de la educación en el país, y aseguró que “solo el 0,2% de los alumnos pudieron volver a las aulas” mientras que el 90% pudo sostener la educación a través del sistema virtual. Por esta razón, resaltó que el foco del Gobierno está en el 9,8% de los chicos que perdieron todo contacto con sus maestros.
Esta semana, Trotta se reunirá con el Consejo Asesor para definir la situación en el AMBA y elaborar con la Ciudad de Buenos Aires el índice epidemiológico para determinar en qué momento será posible autorizar las clases presenciales.