El ministro de Educación aseguró que se analizan diversas medidas para recuperar contenidos y evitar alteraciones en los programas y el aprendizaje.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, explicó que 2021 es de “recuperación de aprendizajes” de lo que quedó pendiente del año pasado y no descartó comenzar el ciclo 2022 antes, “como ocurrió en muchas jurisdicciones”. A su vez, cuestionó a la Ciudad de Buenos Aires por no cumplir con lo dispuesto por el Consejo Federal de Educación.
“Si hay que reorganizar el ciclo lectivo 2022 lo vamos a hacer. Y si tenemos que restringir o regresar antes como ocurrió en muchas jurisdicciones, lo vamos a hacer”, aseguró el ministro en una entrevista en CNN, y explicó que el 2021 es un año de “doble excepcionalidad, porque seguimos transitando la pandemia”, y “es un año de recuperación de aprendizajes que quedaron pendientes y truncos”. Por ello, se desarrolló una “política de unidad pedagógica: lo que quedó pendiente lo estamos dando este año”.
obre el regreso a la presencialidad en las escuelas, el ministro dijo: “No es una cuestión de deseo, siempre queremos la presencialidad. Lo que nosotros tenemos que observar es que si ya salimos de la situación de alarma epidemiológica y estamos en situación de alto riesgo, vamos a poder recuperar la presencialidad que nosotros denominamos administrada. Esto implica una mirada semana a semana.”
Puntualmente, sobre la situación de la ciudad de Buenos Aires, el ministro dijo que la Ciudad “está en rebeldía”, al igual que Mendoza. “Están incumpliendo la normativa”, enfatizó.
A su vez, el ministro habló del proyecto de ley que envió el oficialismo al Congreso y que busca fijar las restricciones por la pandemia de coronavirus ante el vencimiento del DNU el próximo 21 de mayo. “A pesar de que hoy hay una normativa educativa vigente, nuestro gobierno ha enviado al Congreso Nacional una ley que incluye y refleja en parte lo que plantea el Decreto de Necesidad y Urgencia no en cuanto a una atribución para el Poder Ejecutivo Nacional, sino para parámetros objetivos que nos permitan, en un país federal, ser conscientes de que lo que pasa en un distrito afecta a otro, porque el virus no conoce de límites territoriales”, explicó.
Según el ministro, “el último decreto no es un decreto que prohíbe la presencialidad en un territorio, lo único que hace es establecer zonas: zonas de bajo, medio y alto riesgo donde hay ciertas políticas restrictivas que no incluyen la presencialidad en la escuela y las zonas de alarma epidemiológica que incluyen, además de otras medidas restrictivas de circulación, la suspensión de la presencialidad con indicadores objetivos vinculados a lo que es la capacidad del sistema sanitario y la evolución de contagios”.
“Argentina pudo tener un inicio de ciclo lectivo bastante robusto, pero en este momento estamos atravesando una segunda ola con realidades dispares. En gran parte del territorio argentino hay presencialidad, pero para poner un ejemplo, esta semana se ha tenido que suspender la presencialidad en dos jurisdicciones, San Luis y La Pampa, por una o dos semanas, según la jurisdicción”, dijo el ministro, y agregó: “Y en el caso de la Ciudad de Buenos Aires −no solo incumpliendo el decreto del gobierno nacional, sino también una resolución del Consejo Federal que acordamos con todas las provincias−, está teniendo presencialidad parcial en la educación inicial y en la educación primaria y menor intensidad en lo que es la educación secundaria.”