Después de transitar una neumonía bilateral por un cuadro de COVID-19, Cacho Fontana fue dado de alta. La noticia fue confirmada por su hija Antonella a través de sus redes sociales. “Eternamente agradecida a todo el personal del Hospital Fernández”, publicó en su cuenta de Twitter. El histórico conductor permaneció 10 días internado en el centro médico porteño donde transitó la enfermedad sin consecuencias de gravedad.
En esa oportunidad, la hija del locutor, Antonella, había explicado cuál era la situación que atravesaba su padre. “Papá festejó su cumpleaños bien de ánimo. Se había realizado un hisopado el 20 de abril, que le dio negativo. El sábado por la tarde-noche tuvo que ser trasladado al hospital Fernández. Tiene neumonía. Como el protocolo lo requiere, le realizaron un nuevo test para detectar la presencia de coronavirus en el hospital y el resultado fue positivo. Él ya tuvo COVID-19 y tiene la primera dosis de AstraZeneca”.
Además, el lunes 26 de abril, Jorge Cacho Fontana, de 89 años, tuvo que salir a desmentir su muerte. Ese día, el conductor habló desde el Hospital Fernández y fue contundente: “Estoy vivo”. El emblemático locutor había sido internado en ese nosocomio en la tarde del sábado 24, luego de recontagiarse coronavirus y sufrir una complicación pulmonar que terminó con una neumonía, a pesar de haber recibido la primera dosis de la vacuna AstraZeneca. Y aunque su estado de salud requiere de cuidados, tuvo que salir al aire en Radio Mitre, para desmentir los rumores que daban cuenta de su propio fallecimiento.
“Recién me dijo un doctor que lo desmienta. Le dije: ´Mire, lo que usted desmiente, después lo aprueban, lo dan al revés´”, dijo Cachó tomándose con humor lo sucedido. Y enseguida agregó: “Lo van a hacer cuando la audiencia decaiga, y entonces lo van a decir en una bajada. Yo en este momento que estoy saliendo al aire con dos programas que tienen inmensa mayoría en su audiencia, entonces para mí esta es mi última vez que hablo, no sé cómo titularlo. Muchas gracias por este momento tan enriquecedor”.
Fontana fue inoculado en el mes de marzo, pero en su momento el virus lo afectó como a buena parte de los adultos mayores de nuestro país. Se había infectado en julio del año pasado, junto a otros residentes del hogar en el que vive y lo tuvieron que internar durante un par de semanas. En tanto, en febrero de este año, los pulmones volvieron a fallarle y necesitó una nueva hospitalización en el nosocomio de Palermo a raíz de una neumonía.
“Es difícil no hacer nada, no tener compromisos… Tenemos que tener paciencia. Pero me hace mucha falta el trabajo. Es lo único que extraño. No quiero hacer alarde, pero estoy en condiciones. Todavía tengo una memoria al pie del cañón y una vida cargada de experiencia”, había dicho Cacho en diálogo con este medio con motivo de su último cumpleaños.