En la mañana de este sábado el reconocido chef, Germán Martitegui, visitó la feria Sabe la Tierra, en el parque Miguel Lillo.
De visita en nuestra ciudad, de la que es oriundo, Germán recorrió juntos a sus hijos los puestos y “compró de todo” según indicó Angie Ferrazzini, fundadora del proyecto.
El chef se llevó verduras y hortalizas locales, pastelería vegana, tartas integrales, quesos, panificados, frutas disecadas, girgolas y muchos productos más. Acompañado por sus hijos Lautaro y Lorenzo disfrutó del Parque Miguel Lillo y del contacto directo con productores locales.
Germán Martitegui está, desde hace varios años, en el podio de los cocineros argentinos con mejor reputación.
Nació el 16 de junio de 1966, en Necochea. Tenía apenas seis años cuando sus padres se separaron por, según recordó, “circunstancias que no fueron las mejores”. Su madre, Ana, se mudó a la Ciudad de Buenos Aires, mientras que él permaneció en la costa bonaerense para terminar el año escolar. Durante esos meses, se quedó a cargo de su abuela, de quien adquirió la pasión por la cocina.
En su nueva vida porteña, Germán Martitegui atravesó una “adaptación devastadora”. No sufrió solo consecuencias físicas, como diversas alergias que hacían que se brotara a diario, sino también psicológicas: “Me volví un chico muy tímido, súper retraído”.
Luego de terminar el secundario, Martitegui comenzó a estudiar Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en la Universidad del Salvador. A los 19 años, se le presentó una disyuntiva: trabajar en el Banco de Boston o en la cocina de un hotel de Bariloche. Tras una noche de insomnio, tomó la decisión de viajar al sur del país.
En el hotel “La Cascada” fue donde conoció a la popular cocinera argentina Beatriz Chomnalez, su primera mentora. Más tarde, llegaron ocho años de trabajo y aprendizaje junto a Francis Mallmann, otro de sus grandes maestros.
Recién en 2009, convencido de que ya había encontrado su propia identidad como chef, fundó “Tegui”, el restaurante en el que plasmó su esencia. Un lustro más tarde, se convirtió en el primer local gastronómico de la argentina en ingresar al ranking de los 100 mejores restaurantes del mundo de la revista británica Restaurant, que un año antes había elegido a Martitegui como el mejor chef de Argentina y el 9° del continente.