Este domingo se realizó la final de La Voz Argentina, que disputaban Luz Gaggi, Ezequiel Pedraza, Nicolás Olmedo y Francisco Benítez. Finalmente, el campeón fue Francisco, quien obtuvo el 44,3% de los votos del público y de esa forma, hizo que Soledad Pastorutti se coronará como coach ganadora por segunda vez en el reality. En segundo puesto, quedó Luz, del team Mau y Ricky, con el 27,9%, seguida por Nicolás, cuya coach fue Lali Espósito, con el 14,4% y, en cuarto lugar, Ezequiel, del team Ricardo Montaner, con el 13,4%. En la votación participaron 4.600.000 personas, récord absoluto para el programa de Telefe.
“Perdón, perdón…”, comenzó diciendo el flamante campeón, emocionado al conocer el resultado. “No pidas perdón, te lo ganaste porque sos un talentoso, porque te lo merecés, porque sos un genio, porque tenés un alma increíble y porque la gente la vio, por eso te lo ganaste”, le dijo la intérprete de “Tren del cielo”, también muy conmovida, justo antes de que estallaran los aplausos en todo el estudio para los dos finalistas y todos los protagonistas se fundieran en un fuerte abrazo. “¡Qué viva Argentina! ¡Ganamos todos!”, dijo Montaner eufórico.
Luego, Benítez fue entrevistado por Marcelo Polino, para La Voz del Embaajdor. “No puedo creer, sinceramente no lo puedo creer. La verdad, no me esperaba esto”, fueron sus primeras palabras después de conocer el resultado, mientras Luz resaltaba sus cualidades como artista. “No quiero que se olviden de Luz, que es una grosa”, destacó él.
Oriundo de Colonia Tirolesa, una localidad cordobesa de poco más de cinco mil habitantes ubicada a 27 kilómetros de la capital provincial, el joven de 22 años trabaja en una cooperativa eléctrica y sufre de tartamudez desde los 6 años, algo que no le sucede cuando canta. Esto quedó demostrado en su primera audición y en cada ocasión que se enfrentó al desafío de La Voz.
“He sido el chico con problemas siempre, he sufrido mucho el no aminarme a hablar en público. No salía de mi casa, no quería hablar con nadie, he estado solo en mi pieza y llegó un punto en el que no quería estar más en este mundo. Hasta que un día, por cosas del destino, conocí a mi novia Rocío y fue ella quien me impulsó a que no me quede atrás. Cantar me hace ser otra persona”, contó en el casting. La pareja espera su primer hijo, que nacerá en pocos días.
Para La Sole, que confió en él desde el primer momento, solo tiene palabras de gratitud: “Me dice que siempre me maneje con humildad. Yo estoy agradecido por el trabajo y el tiempo que dedicaron. Me ayudó a estar tranquilo y a crecer mucho día a día. Me tomo todo con muchísima calma, porque sé que esto es algo loco” reconoció. Horas antes de la final, había dicho: “Estoy muy agradecido a la gente que me vota y cada paso que doy trato de mantener los pies sobre la tierra. Para hoy, que gane el mejor, que gane el que tenga que ganar. Yo solo pido estar bien en el escenario y hacer lo que tanto me gusta”.
Antes de la gala final, para su última presentación había elegido un himno del cancionero popular argentino, también popularizado por Mercedes Sosa: Como la cigarra, firmado por María Elena Walsh. Y la devolución de su coach fue pura emoción: “¡Decíme cómo lo haces! No entiendo lo que generás parado en un escenario. ¿Dónde estabas antes de todo esto? ¡Qué necesidad tiene este país de escuchar voces como la tuya! ¡Y que alegría nos da que estés acá!”.