Alejandro Pugliese, exnovio y antiguo socio del doctor Rubén Mühlberger, rompió el silencio en diálogo con Nosotros a la mañana (El Trece) y relató cómo fue el tormentoso final de su relación amorosa y laboral con el hombre que hoy se encuentra bajo arresto domiciliario. El exencargado de la clínica clausurada dijo que el médico es un “psicópata y maltratador serial”, y además reveló cuándo este lo agredió clavándole un cuchillo en la sien.
“Ya en 2010 había algo de fricción, pero en 2011 y 2012 pasó a ser patético, siniestro diría. Empezó a ser famoso, le hicieron notas, y ahí sacó su maldad, el lado psicópata de su personalidad”, comenzó el entrevistado del programa conducido por Joaquín El Pollo Álvarez con respecto al presunto especialista en medicina ortomolecular.

Pugliese explicó que cuando él trabajaba en el establecimiento del sujeto que hasta hace algunas semanas ofrecía el “antiviral contra el COVID-19”, este solo se dedicaba a poner botox y rellenos, debido a que el quirófano del lugar solo estaba habilitado para esa tarea. “En ese momento, entre 2008 y 2012, teníamos los mejores equipos de la Argentina en cuanto a laser y depilación definitiva. Él solo hacía tratamientos de botox, y con lo que escucho ahora estoy anonadado. Él trabajaba al 15% con botox y rellenos, clínica es un nombre de fantasía, pero es un centro médico. El quirófano es de primer grado, por botox y rellenos, que es lo máximo que se podía hacer. Si no, no estaba habilitado”, enfatizó la expareja del mediático.
Cuando el panelista Tomás Dente le pidió a Alejandro que defina con pocas palabras al doctor, este fue contundente. “Psicópata es lo que podría decir, porque era un maltratador serial, mientras que con los pacientes era un dulce de leche. Obviamente también cuando me presentaba en público, ahí era amoroso. La verdad es que me dediqué cinco años a intentar entender a este individuo, leyendo libros de esquizofrénicoa, psicópata e histéricos”, indicó el exencargado del centro de estética.
“Era una persona muy seca. Había días en los que no nos comunicábamos, no le interesaba contar nada, ni el pasado o el presente. Solo se preocupaba por el futuro, llegaba a casa, se sacaba el ámbo y las pocas conversaciones que teníamos eran sobre el mañana. No contaba nada del presente y menos de pasado”, continuó quien fue socio mayoritario del establecimiento que fue allanado el pasado jueves 14 de mayo.