Estrella de la televisión y el teatro, a Nora Cárpena no le ha quedado más remedio que reinventarse merced al coronavirus y al consecuente aislamiento. Confinada en su casa, “no sola, con mis dos perros”, la estrella recibió a María Laura Santillán y a Diego Leuco, para compartir un ratito de su tiempo con Telenoche .
” No me manejo nada bien con la tecnología. Para hablar con mi familia me pongo un teléfono fijo al lado, y ellos me van diciendo qué tengo que hacer . Si ustedes vieran… acá tengo un montón de papeles con todo anotado. Son muchos años de estudiar libreto, y así me voy aprendiendo las cosas”, explicó a pesar de haber logrado una conexión sin problemas.
La necesidad de trabajar en medio de esta cuarentena, la ha llevado a hacer radioteatro los fines de semana, mientras prepara un proyecto junto a Moria Casán : “Me convocó para ser jurado de un concurso de Drag Queens que está por llevar adelante. Se va a hacer todo por streaming”.
Aunque no pierde ni la sonrisa ni el entusiasmo, la ausencia de la familia pesa y mucho en la vida de Cárpena, como en la de tantos otros. Porque si bien pudo reencontrarse en estos cien días con sus hijas, no fue igual con sus nietos: “Tengo siete, y no los veo desde que estaba en Mar del Plata. Cuando terminé la temporada me vine a Buenos Aires y enseguida empezó todo esto. Dentro de todo tengo la suerte de que mi nieta más chica tenga ya doce años, porque no es tan grande el cambio. Lo terrible es para los abuelos que tienen bebés, porque en un año cambian totalmente, dejan de ser bebés para pasar a ser chicos “.
Y no es el único drama de las personas mayores. “¿Saben qué pasa con este horror que estamos viviendo? -preguntó Nora entre conmocionada y triste-. Que la gente más joven, hay cosas que no puede hacer ahora pero sí el año que viene. A mi edad, que tengo más de 70, perder un año es mucho más duro, porque un año vale mucho más para nosotros que para ustedes. Entonces, quieren que les diga la verdad, a mí me da un poquito de bronca. Por momentos estoy un poco enojada y por momentos me resigno . Dios sabrá por qué hace las cosas, nos lo debemos merecer, habremos buscado este camino. Es una lástima”.