El músico Pity Álvarez abandonó el tratamiento psiquiátrico que estaba recibiendo en la Fundación Eira y permanece prófugo. El ex líder de Viejas Locas e Intoxicados se estaba recuperando de sus problemas con la adicción, luego que se suspendiera el juicio en el que se lo acusa por el asesinato a un vecino suyo en 2018.
“Se fue y nunca más regresó. La fundación ya hizo la denuncia en la comisaría de (la jurisdicción de) Malvinas Argentinas”, fue lo que le dijeron desde la clínica al programa A la tarde (América).
Álvarez, mientras recibía tratamiento, tenía la posibilidad de realizar salidas transitorias.
“Él tenía permisos para ensayar dados por el juez y esto no es una penitenciaría”, explicó Ivo Cutzarida, integrante del equipo psicológico de la Fundación Eira, en declaraciones televisivas.
“Estaba en una etapa inicial del tratamiento, pero requiere el compromiso del paciente, se tiene que rendir porque la adicción va a apelar a cualquier cosa por sobrevivir. Acá el Pity Álvarez estaba monitoreado, le hacemos tener una rutina, como hacerse la cama y cocinar, además, los incentivamos con diferentes talleres para buscar su recuperación”, agregó.
Y siguió: “Sin embargo, la enfermedad siempre te quiere sacar del tratamiento. Agota todas las circunstancias. El camino del adicto es cárcel hospital o muerte, nosotros creemos que mientras hay vida hay esperanza de rehabilitarse. Obviamente, el Pity no ha terminado de rendirse, donde te declaras imponente y pedís ayuda”.
“Ahora la policía y la justica tendrán que encontrar al Pity Álvarez, acá no tenía libertad de movimiento y el juez lo observaba y le dieron permiso para ensayar y se lo acompañó con personal y él no quiso volver, no somos policías para obligarlo, esta es una comunidad de puertas abiertas”, sentenció.
NA