Organizado por el municipio y el Entur, el evento que inaugura la temporada estival 2019 continuará hoy con una grilla repleta de espectáculos. Necochea recibió al verano con un festival que llenó de música y alegría todo el Parque Miguel Lillo. Ayer, desde muy temprano, la gente fue acercándose al Jardín Francés para disfrutar en primera fila de la fecha que abrió Sale el Sol, un evento que organizan en conjunto el municipio y el Entur para inaugurar la temporada y que hoy finalizará con una grilla repleta de espectáculos.
Mientras en el escenario principal sonaban bandas del calibre de Fuiste Muñeco, Pedro Guevara y la yunta sabrosa, Jarana o El Tesoro de Argiban, una multitud se iba acomodando en los distintos espacios verdes del más lindo pulmón de nuestra ciudad para tener una vista privilegiada y no perderse detalle de cada show.
Otros, aprovechaban para disfrutar de una cerveza artesanal y algún sándwich en el patio de productores locales que se armó para la ocasión, o daban una vuelta por el paseo de artesanos para llevarse un regalo navideño.
Pero cerca de la medianoche todos dirigieron sus miradas al escenario principal. Es que sobre las tablas ya estaban ubicados los hermanos Andersen, prolijamente vestidos de blanco, para llenar con su potencia y calidez cada rincón del parque y hacer bailar hasta al más tímido.
Acompañados por el bajo de Andrés Nör y con Julián ropero en batería, la ya consagrada banda local, que llena teatros en todo el país y viaja por el mundo representándonos, brindó un espectáculo sólido y que emocionó de principio a fin, haciendo referencias al desarme o la igualdad de género con la misma intensidad que provocaron el salto de miles de personas al unísono.
“Estamos motivados y emocionados. Nos copa la posibilidad de poder tocar con un buen sonido, unas buenas luces, que toda la gente pueda venir y que sea gratis; esas condiciones nos parecen muy positivas”, así se mostraba Santiago, el mayor de los Andersen y vocalista de la banda, antes de subir al escenario.
Todavía en bambalinas, el líder de El Plan también hizo un balance de los últimos doce meses. “Estamos contentos con el año que vivimos. Fue un año de un contexto duro para el país y, sin embargo, pasó que mucha gente nos quiso proteger con su presencia en cada fecha”.
Sobre la posibilidad que les brindó el Festival Sale el Sol de poder cerrar el año junto a toda su gente, Sebastián contó que, “más allá del evento en sí, hoy es el inicio del verano, el día más largo del año, y la vibración a nivel naturaleza también cambia, empiezan nuevos ciclos y está bueno celebrarlo”:
“Hoy estamos cerrando en Neco y la verdad que está buenísimo poder tocar gratis en el parque alucinante que tenemos y que hay que cuidar mucho, es un lugar muy hermoso, especial y místico”, cerró el vocalista.
Antes de que El Plan subiera a llenar de buenas vibraciones al día más largo del año, fue otro reconocido artista local el que hizo los honores de soporte. Qki Dones, ahora formando parte de CRU, en dúo con un músico californiano que pretende pisar fuerte, puso a la gente a cantar con un repertorio fiel a su estilo.
“Soy un convencido de lo hermoso que es vivir acá”, soltó el rapero para decir luego que “poder tocar en la inauguración nos pone muy contentos”. Además, Qki contó sobre su relación con los chicos de El Plan de la Mariposa y la oportunidad de actuar antes que ellos que “es un orgullo, porque somos como hermanos”.
La segunda fecha del Festival Sale el Sol, la que dejará inaugurada la temporada oficialmente, será otra oportunidad para disfrutar de la buena música y el aire libre. El cronograma de espectáculos anuncia bandas desde las 18:30 y, considerando las bondades del clima, se espera que esta noche el Parque Miguel Lillo vuelva a vibrar.
Mientras en el escenario principal sonaban bandas del calibre de Fuiste Muñeco, Pedro Guevara y la yunta sabrosa, Jarana o El Tesoro de Argiban, una multitud se iba acomodando en los distintos espacios verdes del más lindo pulmón de nuestra ciudad para tener una vista privilegiada y no perderse detalle de cada show.
Pero cerca de la medianoche todos dirigieron sus miradas al escenario principal. Es que sobre las tablas ya estaban ubicados los hermanos Andersen, prolijamente vestidos de blanco, para llenar con su potencia y calidez cada rincón del parque y hacer bailar hasta al más tímido.
“Estamos motivados y emocionados. Nos copa la posibilidad de poder tocar con un buen sonido, unas buenas luces, que toda la gente pueda venir y que sea gratis; esas condiciones nos parecen muy positivas”, así se mostraba Santiago, el mayor de los Andersen y vocalista de la banda, antes de subir al escenario.