“Me caso porque nos encontramos y porque quiero estar con ella siempre”, le aseguró Jorge Lanata a TN en un móvil desde su boda con Elba Marcovecchio. A puro amor y rodeados de sus seres queridos, la pareja dio el sí en una fiesta para 120 personas en Exaltación de la Cruz.

A pesar de que indicaron que no habría baile y se apegarían poco a las costumbres de este tipo de celebración, los invitados mostraron la intimidad de la velada a través de historias de Instagram.

Los novios pidieron que no les hagan regalos sino donaciones para el comedor Los Piletones de Margarita Barrientos. En total recaudaron $5 millones.

Lejos de los canjes, la boda cumplió con todos los detalles que se esperan de un día tan especial. Si bien estaba prevista para el 9 de abril, no había lugar en el salón que deseaban y terminaron coordinando para el 23.

Como si fuese un guiño del destino, la fecha coincidió para el día de San Jorge, y el periodista aprovechó para regalarle a su flamante esposa un rosario que él conservaba del Santo.

Si bien en unos días estarán viajando a Miami, la luna de miel no llegará hasta fin de año, en donde pasarán por Finlandia y Francia.

La hija de Jorge Lanata, Lola, subió a sus redes el momento de la ceremonia en el que su padre quedó oficialmente unido en matrimonio a Elba Marcovecchio y además filmó el momento en que la novia lanzó su ramo.

La periodista Maru Duffard compartió el exclusivo menú de 5 pasos con maridaje de vinos, que fue uno de los protagonistas de la noche.

En primer lugar, un tapadito de langostino con alioli de leche de tigre, batatas confit y papas crocantes, junto a un rosado pinot noir. En segundo, una burrata piccola, carpaccio de remolacha, manzanas, nueces y cremolata de choclo ahumado, y una copa de Pinot Noir.

El plato principal fue una trucha a la parrilla con puré de zucchini bien cremoso, tomates y huevito de codorniz, con un chardonnay. Como cuarto paso del menú, había gigot de cordero horneado lentamente con pesto de hierbas frescas, portobellos rellenos, papas solano y pepitas de granada. Para este plato sugerían un tinto, cabernet sauvignon o malbec.

Como quinto y último paso, había nuevo milenio de chocolate, morena de maracuyá, helado de pistacho y crema de vainilla, acompañado por un vino semillón.

Diego Leuco mostró que Tommy Muñoz, uno de los DJ’s más exclusivos, estaba presente en las consolas para poner algo de música y baile a la noche.

“Los rumores decían que no iba a haber música, pero si está usted acá…”, le dijo el periodista al DJ, que estaba acomodando los controles. Lejos del tono sobrio que se esperaba, Tommy aseguró que habría “un ratito” de música. Sin embargo, mostró en sus historias de Instagram cómo los invitados lo dejaron todo en la pista de baile.

TN