A pesar del agobiante calor que reinaba en las últimas horas de la tarde de este viernes, las familias de Necochea, Quequén y el interior del distrito comenzaron, de a poquito y a medida que el sol fue cayendo, a acercarse a la Plaza Dardo Rocha para vivir la primera jornada del Festival Infantil, que en esta edición número 63 recibió a los niños y las niñas con motivos relacionados al circo y su habitual y característico colorido.
En cada uno de los escenarios armados en las manzanas del céntrico espacio público, los artistas locales comenzaron a desplegar su talento apenas pasadas las 19, cuando ya había abierto sus puertas el “Espacio Azul”, un rincón pensado para los chicos y chicas con alguna sensibilidad auditiva en el Colegio Nacional.
Mientras tanto, la recreación y la cultura se mezclaban en otro de los sectores de la plaza, donde funcionan una divertida kermés, múltiples talleres brindados por las distintas áreas de la Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales, y un sector de juegos pensado por la Dirección de Deportes, que fueron un atractivo muy buscado por los pequeños y pequeñas que fueron sumando en cantidad a medida que corrían las horas y la temperatura empezaba a descender.
Por la calle de la rotonda, rodeados del típico despliegue de banderines que suelen acompañar a este evento, distintos personajes relacionados con los cuentos y la liturgia infantil se movían al ritmo de la música y buscaban la complicidad de los adultos para generar un momento digno de una foto, con el escenario principal de fondo, donde las canciones y la danza daban un marco de total celebración a la calurosa tarde.
También los emprendedores, un pequeño paseo gastronómico y los stands de helados y café pusieron su cuota a este comienzo de Festival, brindando una alternativa para los adultos y cerrando un contexto en el que la imaginación, la creatividad y mucha cultura se conjugaron para empezar a agasajar a la infancia.