Después de varios días en Buenos Aires, la diva optó por regresar a Punta del Este y se llevó una gran sorpresa cuando le dijeron quién era el hombre que se encontraba detrás del barbijo.
Susana Giménez terminó con las reuniones y visitas médicas en Buenos Aires y coordinó su regreso a La Mary -la chacra que tiene en Punta del Este– en un vuelo privado. Se subió al avión, acomodó su cartera y su asistente le dijo al oído una frase que la dejó en shock: “¿Sabés quién es el piloto, no?”.
La diva ni se imaginó que el encargado de trasladarla a Uruguay fuera nada más y nada menos que el periodista Antonio Laje. “¡Antonio! Llegué y no te reconocí. Dije ‘hola, hola’. Vi al piloto, precioso… Me dijeron es Laje. ¡¡Laje!! Qué flaquísimo. Yo escuché una vez que eras piloto, pero me había olvidado”, expresó sorprendida.
Entre risas, el conductor de América respondió: “Vine a llevarte, es un placer para mí”. Todavía emocionada por semejante casualidad, la pasajera le agradeció el gesto y deslizó: “Qué genial, me encanta. Para mí también es un placer, Lajito amoroso”.
En mayo, el periodista contó que además de hacer vuelos privados también era piloto del Incucai, trasladando órganos. Su máximo sueño es tener su propia flota, aunque sabe que para eso deberá trabajar bastante.
Un día antes de irse del país, la diva se encontró con un grupo de admiradores en la puerta de su casa. Entre ellos estaba Lorna, su seguidora número uno. Accedió a bajar la ventanilla de su Mercedes Benz, firmó autógrafos y respondió un breve cuestionario sobre su futuro.
“Estoy perfecta. Gracias por rezar por mí. Hace un año y medio que no me veían por acá. Sé que le escribieron a mi hija Mecha. De los cachorros que tuvo mi perra Rita me quedé con dos, un macho y una hembra. El año que viene, si Dios quiere, vuelvo a la TV. No sé que voy a hacer, me parece que un juego americano. Ojalá que los dejen entrar al estudio”, exclamó con mucha amabilidad.