“Esta elección colocó frente a frente dos proyectos opuestos de país que hoy tiene un solo vencedor: el pueblo brasileño. No es una victoria del PT o mía, sino del inmenso movimiento democrático que dejó de lado los intereses partidarios e ideológicos por la democracia”, afirmó Lula da Silva en su prmer discurso como presidente electo de Brasil.
El izquierdista Luiz regresará al poder en Brasil por tercera vez tras vencer al ultraderechista Jair Bolsonaro en el ballotage por un estrechísimo margen, reflejo de una inmensa división en el gigante sudamericano. El ícono de la izquierda latinoamericana, de 77 años, se impuso por 50,83% de los votos frente a 49,17% para el excapitán del ejército, de 67 años, con el 98,8% escrutado.
“Me quisieron enterrar vivo, pero hoy estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo.
Y agregó: “A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación.”
“A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar a las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida”, manifestó.
“Hoy le decimos al mundo que Brasil ha vuelto. Que Brasil es demasiado grande para ser relegado al triste papel de paria del mundo. Recuperaremos la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores vuelvan a confiar en Brasil”, afirmó el mandatario electo. Y prometió la reindustrialización de Brasil: “Invertiremos en la economía verde y digital, apoyaremos la creatividad de nuestros empresarios y emprendedores. También queremos exportar conocimientos”.
Lula, además, afirmó que su Gobierno está dispuesto a retomar su papel de líder en la lucha contra la crisis climática, protegiendo todos los biomas, especialmente la selva amazónica. “Bajo nuestro gobierno, pudimos reducir la deforestación en el Amazonas en un 80%. Ahora vamos a luchar por la deforestación cero”.
El nuevo presidente recordó que el pasado miércoles, el Papa Francisco envió un mensaje a Brasil, rezando para que el pueblo brasileño se libere del odio, la intolerancia y la violencia. “Quiero decir que deseamos lo mismo, y trabajaremos incansablemente por un Brasil donde prevalezca el amor”, dijo.
El nuevo presidente de Brasil asumirá las riendas del país el 1 de enero.