Los propietarios de dos residencias de adultos mayores en nuestra ciudad, compraron e instalaron un protector para que los familiares puedan abrazar a los abuelos desde el exterior del edificio.

Se trata de un plástico con mangas de nylon que permiten que los residentes puedan abrazar y ser abrazados en visitas programadas.  Desde que se inició la pandemia, los abuelos no pueden recibir visitas, sin embrago, con este dispositivo volvieron a sentir el afecto de sus seres queridos, según le explicaron a TSN, Flavia Pignatelli y Patricio Sánchez, propietarios del Hogar San Andres.