“No hay camas operativas en las clínicas de Mar del Plata hasta tanto no se den altas”. “No es un sistema que colapse, pero no tiene demasiado resto”. “La población va a tener que asumir que la calidad de atención no va a ser la misma”. Las tres frases pertenecen a referentes en el área de salud y reflejan el panorama sanitario de Mar del Plata debido al alto nivel de casos confirmados que se confirman todos los días.
En general, los diagnósticos son similares: el sistema todavía resiste pero está cerca del colapso.
El médico infectólogo de la Clínica 25 de Mayo, Gonzalo Corral advirtió que la situación sanitaria de Mar del Plata es “crítica”.
“Estamos en una mala situación. Tanto en el ámbito privado como en el público. En el hospital se trabaja para buscar más camas y más personal porque ya van ochos meses de pandemia y los casos siguen en aumento”, explicó. Y agregó que los efectores privados están “impactados por la cantidad de casos”.
En ese sentido, Corral puntualizó, además de la cantidad de internados, en “la calidad de atención que les podemos brindar a los pacientes”.
“El número de camas es muy bajo y la cantidad de pacientes sigue en ascenso. Eso hace que gente que está acostumbrada a internarse y tener una habitación individual, tenga que compartirla. Y también que tengamos que manejar una gravedad de internación diferente a otros momentos. Se internan pacientes graves, no moderados”, profundizó.
“Así como los políticos y los efectores de salud asumen su rol, la población va a tener que asumir que la calidad de atención no va a ser la misma que ha recibido en otro momento. Es lo que se puede hacer”, señaló en diálogo con LU6, Radio Atlántica.
Por su parte, el presidente de la Federación de Clínicas, Jorge Soria admitió el “momento difícil”: “No hay camas operativas en las clínicas de Mar del Plata hasta tanto no se den altas”, tituló. Y agregó: “Algunas clínicas informaron el pasado fin de semana a la Municipalidad que colmaron sus camas operativas”.
En la misma línea se expresó el director Ejecutivo de Zona Sanitaria VIII, Gastón Vargas, al señalar que “no es un sistema que colapse, pero no tiene demasiado resto”.
“Tenemos porcentajes elevados de camas ocupadas. El personal profesional está agotado porque esto genera un stress permanente. Cualquier mal movimiento o mal uso de elementos puede significar un contagio y ese contagio puede significar que cuatro o cinco personas deben ser aisladas”, subrayó.
Además consideró que la pandemia “está haciendo su pico en estos momentos”. “Habíamos dicho que septiembre no iba a ser un mes fácil”, dijo.
Por otra parte, Vargas se refirió a la decisión del INE de limitar el procesamiento de muestras y opinó que “no es algo que debiera generar tanto asombro”.
“En el Malbrán hace dos meses que no procesan muestras de efectores privados. Siempre hay un criterio. Se prioriza el personal internado y el personal esencial”, destacó.
La alternativa de los hoteles
Ante la compleja situación que atraviesan los efectores de salud debido a la cantidad de pacientes y los escasés de recursos, el municipio trabaja para habilitar un sector de internación en uno de los hoteles que hasta el momento se utilizó para aislamiento o pacientes leves.
La intención es montar un espacio con personal médico y de enfermería para poder internar pacientes moderados, inclusive aquellos que en algún momento requieran asistencia respiratorio. De poder concretarse, se descomprimiría la atención en las clínicas y hospitales.
El mayor inconveniente para llevar adelante la iniciativa pasa por la falta de personal de salud. Cómo mínimo se estima que se necesitan diez médicos y alrededor de 25 enfermeros para habilitar un espacio de internación.