Destrozos en las instalaciones de ingreso y al menos un trabajador resultó lastimado fueron las consecuencias del ataque de un grupo de personas en el Hospital Irurzun de Quequén.

Lo más llamativo es que todavía no se sabe qué reclamaban.

El guardia de seguridad que se desempeñaba en dicho centro asistencial fue víctima de golpes que le produjeron contusiones y cortes en su cabeza, lo que le produjo heridas cortantes y derramamiento de sangre sobre su rostro.

Entre los daños rompieron la puerta principal de vidrio y se puede ver bancos y sillas arrojadas.