A dicha conclusión preliminar llegaron los expertos germanos tras analizar las filmaciones del casco de la nave hallada, así como las pericias realizadas que confirman que se trata de un antiguo submarino, hundido a 28 metros de profundidad y a casi 4 kilómetros de la playa.
El material documental de referencia y las imágenes fueron elevadas oportunamente al embajador germano en Argentina, Dr. Ulrich Sante, ya que la presunción de los peritos es que se trata de un U-Boot de la Segunda Guerra Mundial cuyo casco fue parcialmente destruído -se verificaron daños causados por detonaciones subacuáticas luego de haber sido auto hundido por la tripulación.
La funcionaria Constanza Corinagrato, responsable de la Sección de Política y Derechos Humanos de la embajada de la República Federal de Alemania, confirmó que el material elevado por Eslabón Perdido fue enviado en su momento “a las autoridades pertinentes en Alemania” para su evaluación y que “tras varias investigaciones podemos comunicar que de momento no hay indicios de que se trate de un naufragio de un submarino alemán.
Por lo tanto, actualmente asumimos que no somos lo propietarios de este naufragio”. Por otra parte, el diplomático germano Justus Kemper contestó una consulta sobre los enigmáticos restos náufragos que le fuera realizada por la cronista Laurence de Mello, miembro de la Asociación de Periodistas Británicos, asegurando que “hasta ahora, no hemos encontrado evidencia de que el naufragio del submarino en cuestión sea de un sumergible alemán”.
Eslabón Perdido denunció el descubrimiento hace dos años y el naufragio fue incorporado por el Servicio de Hidrografía Naval en la carta náutica respectiva, pero sin identificarlo. Respecto al estudio de las imágenes obtenidas, se realizaron dos pericias privadas que coincidieron en concluir que se trata un submarino.
Una fue realizada por los peritos ingenieros Juan Martin Canevaro -expresidente del Consejo Profesional de Ingenieros Navales de Argentina- y Andrés Miguel Cuidet; y otra por el doctor Fabio Bisciotti, experto de la Liga Naval Italiana, con vasta experiencia en sumergibles de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a la necesidad de obtener imágenes más precisas y de mayor definición que las obtenidas anteriormente, para ahora poder identificar el modelo de submarino encontrado -dato clave que permitiría establecer su origen-, Eslabón Perdido se encuentra preparando una nueva expedición que cuenta con la respectiva autorización de la Prefectura Naval Argentina.
Hasta el presente, Alemania oficialmente no ha admitido la versión que indica que UBoote fugitivos llegaron a la Argentina en 1945 luego de que el Tercer Reich firmara el armisticio con las potencias aliadas, a pesar de que varios informes de la Armada Argentina confirman la presencia de esas naves en costas nacionales, durante el invierno de ese año, según consta en los archivos de dicha fuerza armada. Al respecto, Ariel Gelblung, director del Centro Simón Wiesenthal para América Latina, recientemente expresó que el silencio del gobierno argentino frente a este tema “alimenta la especulación y la sospecha”, en declaraciones realizadas a medios internacionales.
Tanto en el Senado de la Nación como en la Cámara de Diputados tramitan iniciativas legislativas para declarar al hallazgo como “el descubrimiento más importante de la historia naval argentina”. El proyecto Eslabón Perdido fue declarado de interés público y cultural por el Honorable Concejo Deliberante de Lobería (Ordenanza N° 2495-2021), por la Municipalidad de Necochea, (Decreto Municipal N° 470/21). Abel Basti Coordinador Eslabón Perdido.