Despertarse minutos antes de que suene el despertador puede parecer una simple coincidencia o una habilidad casi mágica. Sin embargo, este fenómeno tiene una explicación científica relacionada con el reloj biológico del cuerpo humano.
El cuerpo humano está regido por un reloj interno, también conocido como ritmo circadiano, que regula funciones como el sueño, la temperatura corporal, la producción hormonal y más. Este reloj se ajusta a un ciclo de aproximadamente 24 horas, influido principalmente por la luz del entorno.
Cuando una persona mantiene un horario regular de sueño, su cuerpo se adapta. Así, si alguien acostumbra a despertarse todos los días a las 7:00 a.m. con ayuda de una alarma, el cerebro comienza a anticipar ese momento. Estudios han demostrado que, incluso antes de que suene el despertador, el organismo comienza a liberar hormonas como el cortisol, que incrementa la alerta y prepara al cuerpo para despertar.
“Este mecanismo es una forma de autoprotección”, explica la neurocientífica Dra. Helena Rodríguez. “El cerebro prefiere despertarse de forma gradual y natural en lugar de ser sobresaltado por un sonido repentino”.
Además del reloj biológico, también influye la ansiedad anticipatoria. Si una persona tiene una reunión importante o una cita muy esperada, el cerebro permanece en un estado de alerta durante la noche, lo que puede provocar que la persona despierte antes de tiempo, sin necesidad del despertador.
Aunque en la mayoría de los casos no representa un problema, si despertarse antes de tiempo se vuelve frecuente y conlleva cansancio durante el día, podría tratarse de un trastorno del sueño y se recomienda consultar a un especialista.
En resumen, despertarse antes de que suene el despertador no es magia ni casualidad. Es una muestra del asombroso poder del cuerpo humano para adaptarse a sus rutinas y cuidar su bienestar, incluso mientras dormimos. N A