El secuestró de 21 motores, numerosas piezas mecánicas y autopartes de vehículos, fue el resultado de un nuevo allanamiento en un desarmadero clandestino que funcionaba bajo la fachada de una carpintería de aluminio en un domicilio de Quequén.
Así lo dio a conocer la DDI a través de un parte de prensa en el que resaltó “la continuidad de tareas preventivas realizadas en pos de alcanzar una reducción del índice de sustracción de automotores”.
La diligencia judicial se concretó el último miércoles en una propiedad de calle 550 al 800 de Quequén, quedando una persona de 50 años –único dato que se informó-sometida a proceso judicial.
Se señaló que las autopartes y piezas mecánicas son de origen desconocido cuya procedencia no pudo ser justificada por el responsable del establecimiento. Los elementos carecían de identificación autoadhesiva de carácter obligatorio, como así mismo se constató que no se llevaba correctamente el libro de registro y control policial de acuerdo a lo que establece la legislación vigente.
La estimación global del secuestro alcanzó un volumen de 300 piezas que incluyeron motores, parabrisas, caños de escape; paragolpes; puertas y burros de arranque, entre otras.
La misma fuente indicó que fueron halladas herramientas de corte como amoladoras y discos para la actividad que es motivo de investigación.
La pesquisa se originó tiempo atrás con trámite en la Fiscalía Nº 20 que, con los elementos de prueba aportados por la DDI, obtuvo una orden de registro por parte de un juzgado de Garantías.
En el procedimiento también participó el área Control Urbano con inspectores que advirtieron la falta habilitación, motivo por el cual se procedió a la clausura el lugar.