Con cifras alarmantes donde, según la Universidad Di Tella, uno de cada dos argentinos es pobre, se incrementa la necesidad y los comedores y entidades benéficas son una opción para quienes necesitan acceder a un plato caliente durante el día.

Desde hace algunos años, con la llegada del párroco Alejando Martínez la iglesia de Lourdes comenzó a abrir sus puertas a personas en situación de calle, con problemas de adicciones o la falta de contención de un hogar.

Es así que cada noche, entre 10 y 15 personas se acercan a cenar a la parroquia de la calle 6, la comida que elaboran los voluntarios. Otros tantos, reciben una vianda que luego comerán en sus hogares.

Según relató el padre Martínez a Tsn Necochea, los números de quienes se acercan a cenar son variables, pero se mantienen entre 10 y 15 personas desde la reapertura del lugar que había permanecido cerrado durante el verano.

“Lo que va aumentado son las viandas para los que llegan al Centro Barrial Hogar de Cristo” explicó.

Durante la conmemoración del jueves Santo, se reabrió el Comedor “Taca”, con la finalidad no solamente asistir con un plato de comida, sino además brindar la contención necesaria de los voluntarios para acompañar con amor y paciencia las historias de nuestros hermanos en situación de calle.

La labor de los voluntarios, que se turnan para cocinar es fundamental también para ayudar a estos vecinos, que son acompañados también en sus necesidades de salud, de búsqueda de un trabajo o poder finalizar sus estudios.