Andrés Herrera tiene apenas 14 años de edad, pero el sueño de convertirse en un referente del ballet y poder vivir de lo que ama. Un paso hacia ese objetivo es el que dio días atrás al convertirse en uno de los y las participantes de un seminario que se dictó en Mar del Plata y mediante el cual hoy está becado para perfeccionar su técnica en la ciudad estadounidense de Búfalo, en el norte del estado de Nueva York.
Entre las barras y los espejos, su hábitat natural en este mundo y donde también se desarrolla como persona, el bailarín surgido de la Escuela Municipal de Danzas Clásicas explicó que “fue muy difícil” poder hacerse con este beneficio por la dureza que presentaron las clases a las que asistieron postulantes de toda la región: “Era muy complicado por las combinaciones de los pasos y todo lo demás, pero estoy muy alegre de haber ganado la beca”, aseguró
El adolescente necochense retornó a las clases de baile académico el año pasado, luego de un parate en el que terminó de definir su pasión. “Empecé desde chiquito y después dejé”, confesó, para contar luego que hoy en día toma “clases de dos horas, después de las cuales termino muy cansado, pero que me sirven mucho para seguir aprendiendo”.
Antes de asistir al seminario, Andrés también tomó clases con una docente marplatense que le ayudaron a atravesar esta prueba y, algo “nervioso” por el desafío que le espera, augura para su vida: “Ojalá sea bailarín profesional y pueda seguir con la danza”.
En esta aventura nunca dejaron de estar a su lado las profesoras del espacio que funciona en la vieja estación de trenes, en el Centro Cultural Municipal de Necochea. Una de ellas es Estefanía Grimaldi, quien llena de orgullo contó que “este viaje tan esperado se daría el año que viene” y gracias al scouting realizado por el profesor y bailarían Sergio Neglia, uno de los profesionales más destacados del país y de invaluable talento académico y artístico.
Inscripciones abiertas
La Escuela Municipal de Danzas Clásicas lleva funcionando más de medio siglo en el distrito, “tiene una trayectoria muy larga y la idea de brindar a nuestros estudiantes puertas para que puedan volar. En este caso, acompañándolos a seminarios que se dan en Necochea u otras ciudades, e incluso trayendo desde afuera maestros, como hemos recibido las visitas de Lidia Segni o Eleonora Cassano. Así que, este es nuestro rol: poder brindar todas las herramientas para su futuro”, definió Grimaldi.
Las inscripciones para poder formar parte de esta experiencia artística formativa están abiertas desde el 26 de febrero pasado, de lunes a viernes y de 8 a 14. “Es a partir de los 4 años y hasta infinito, así que hay talleres para todos y en horarios de mañana y tarde”, señaló la profesora que se desenvuelve en este espacio desde 2016.
En cuanto a los primeros niveles, “de 4 a 7 años sería el de Iniciación a la Danza, donde está el juego presente; luego, de 8 a 12, hay un Ciclo Preparatorio, más avanzado y donde la técnica es más estricta, el juego ya se deja a un lado y se incluye la materia de expresión corporal”, explicó la docente, quien no pudo despedirse sin dejar de remarcar una situación que en estos tiempos debería pasar inadvertida y ser habitual, pero que se vuelve todavía necesario volver a señalar.
“No solo aceptamos niñas, sino también niños. La Escuela está abierta para todos, y así como las niñas van a fútbol, también los niños pueden hacer danza. A veces tenemos la cabeza media cerrada: que los niños vengan acompañados por sus padres, que prueben alguna clase y que sean ellos los que puedan decidir”, esgrimió la docente, sin perder la sonrisa de su rostro cada vez que recordaba que Andrés iba a cumplir el sueño de viajar a Estados Unidos para reforzar sus conocimientos y estar cada vez más cerca de ser un gran bailarín.