A 45 años de los Pactos de la Moncloa (1977), el expresidente de España y uno de los artífices Felipe González brindó una conferencia de prensa en la que describió el proceso que sentó las bases modernas de su país y afirmó que la Argentina debe conseguir sentar las bases estratégicas de un acuerdo “antes de las elecciones legislativas de 2025“. El evento estuvo organizado por las organizaciones empresariales reunidas en el Grupo de los 6 (G6) y contó con la presencia de altos funcionarios del Gobierno nacional y opositores, ministros de la Corte Suprema, sindicalistas y líderes religiosos.
Durante la exposición de una hora, el exmandatario resaltó en la importancia de acordar entorno a puntos estratégicos, más que cuestiones políticas: “Pactar no significa dejar de competir. No significa ponerse de acuerdo en todo; ahora, ponerse de acuerdo en qué. Cualquier padre de familia sabe que con las cosas de comer no se juega. Por tanto, hay que definir las cosas de comer para el país, no jugar con ellas y competir en todo lo que se quiera. Pero preservando que, con eso, que depende la vida de nuestros ciudadanos, no se debe jugar. Vale mucho más un acuerdo relativamente deficiente, que una imposición de parte sobre los otros no aceptable”.
En esa línea, González remarcó que en el nuevo escenario global que dejó la pandemia, y ahora atravesado por la guerra entre Rusia y Ucrania, la Argentina debe “redefinir su papel en el concierto internacional”: “Esta ruptura de aquel modelo de globalización no significa que se acabe la interdependencia, habrá nuevas formas y nuevas cadenas de suministros. Si uno empieza a buscar el litio y acá hay provincias que tienen. ¿Esa variable estratégica la van a tener en cuenta para definir el país o para pelearnos entre nosotros? Es absurdo. Gobierne quien gobierne es muy importante ponerse de acuerdo”.
Sobre el final de la conversación, González fue consultado sobre si es conveniente, o no, acordar antes de las próximas elecciones generales de 2023 y respondió: “Argentina tiene que tener resueltos su proyecto, si es posible compartido, antes de que acabe las siguientes (elecciones) legislativas. Tiene que haber tomado decisiones estratégicas: qué va a hacer con la proyección de Vaca Muerta, cómo va a producir energía verde, cómo va a utilizar el litio…Son preguntas que se concentran en los próximos cuatro o cinco años. El que llegue tarde a la estación verá que el colectivo se fue“.
El exjefe de Estado español sostuvo que hay más personas que creen en el acuerdo, que personas que “confiesen creer en el acuerdo” y agregó: “No porque tema el desacuerdo o el enfrentamiento, sino porque tiene la vigilancia de al lado: ‘Este es acuerdista’. Que alguien se atreva a explicar que las necesidades que tiene estratégicamente su país rebasan los límites de la capacidad de un solo partido, de una sola organización empresarial o social“. A su vez, alertó sobre los crecientes discursos “populistas” de derecha y aseguró que la ciudadanía pide que los políticos “se pongan de acuerdo”.
La exposición del exlíder del Partido Socialista Obrero fue ante una heterogénea primera fila porque, además de los integrantes del G6, estuvieron presentes funcionarios del oficialismo como Juan Manzur (jefe de Gabinete) y Eduardo de Pedro (ministro del Interior); los ministros de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rozenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti; mientras que por parte del sindicalismo todas las miradas se las llevó Hugo Moyano, con quien González contó que mantuvo reuniones en el pasado y confesó que habló de “acuerdos”.
Qué es el G6 y las razones del evento
Se trata de un espacio que agrupa a la banca (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos aires, el comercio (Cámara Argentina de Comercio), la construcción (CAMARCO), el campo (SRA) y la industria (UIA). Con la iniciativa, el G6 busca iniciar “un camino hacia el encuentro y el diálogo de las fuerzas vivas del país” para construir un espacio de “debate que permita alcanzar acuerdos básicos”, que reconozca las diferencias y las acepte.