El ministro de Economía, Sergio Massa, llevó a cabo una conferencia de prensa junto a su par brasileño, Fernando Haddad, en la Ciudad de Buenos Aires, en la que confirmó la voluntad de avanzar en la creación de una moneda común entre ambos países, para beneficiar el intercambio comercial.
La conferencia de prensa se desarrolló, a su vez, tras la firma de una declaración conjunta por parte de los presidentes Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva, en la que en un documento de 82 páginas establecieron los principales lineamientos de lo que consideran un relanzamiento de las relaciones estratégicas entre la Argentina y Brasil.
En el marco de la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires, el titular del Palacio de Hacienda argentino destacó que el objetivo es trabajar hacia “una moneda común de ambos países y con invitación a otros países de la región“, para favorecer el comercio en la región latinoamericana y protegerse de los impactos exteriores, como las guerras o las subas de tasas.
“No queremos estar atados a los shocks externos del dólar, el euro, o los yuanes, la situación de guerra“, expresó, y además advirtió que sería “a los efectos de encontrar un instrumento económico y comercial que habilite a profundizar el sistema de comercio entre ambos países y dentro del Mercosur, pero que tenga el reflejo del producto bruto de cada uno en términos de participación“.
Por su parte, el ministro de Hacienda brasileño aclaró que no se trata de la creación de una moneda única de intercambio, como auspiciaba su predecesor en el cargo, el liberal Paulo Guedes, sino que lo que se busca es una “forma de integración financiera” que le de garantías a los compradores y vendedores de productos de la región.
En esa línea, Fernando Haddad recordó que “la idea de la moneda única es muy vieja, tiene más de 10 años”, y señaló que él no es un partidario de esa idea, en el sentido que se le dio a la creación de la zona euro: “no tenemos los presupuestos, como ocurrió en Europa”, explicó.
Sin embargo, el economista brasileño sostuvo que “eso no significa acompañar los procesos de dolarización de la región con brazos cruzados”, y remarcó que un instrumento financiero como una moneda común “va a fortalecer el comercio exterior de la región y a favorecer el intercambio regional de los países.”