El hombre, integrante de una de las familias de secuestradores más conocidas en la Argentina, buscaba pasar inadvertido en Brasil. Por antecedentes -condena que no cumplió por desaparecer cuando quedó firmó la sentencia a 13 años de prisión y reaparecer en 2011 para lograr la prescripción del caso- sería difícil para él radicarse en otro país. Compró una nueva identidad y su correspondiente documento. Pero no le alcanzó para evitar que en un simple control vial se diesen cuenta de la identificación adulterada. Ayer cayó nuevamente detenido Daniel Arquímedes Puccio, conocido como Maguila y miembro del clan criminal que operaba en San Isidro en los años 80.

Los medios periodísticos brasileños informaron sobre la captura de Puccio durante un operativo antidrogas. El ómnibus de larga distancia había partido de Foz de Iguazú y transportaba 14 pasajeros cuando fue obligado a detenerse en un control vial. Puccio intentaba llegar a San Pablo. No lo logró. La prensa brasileña reportó que Puccio habría comentado a los policías que compró un documento en San Pablo con la intención de quedarse en Brasil.

El 22 de julio de 1982 Ricardo Manoukian, de 23 años, desapareció sin dejar rastros. Poco después su familia recibió un pedido de rescate de US$ 250.000, que pagaron con la esperanza de recuperar al joven con vida. Sin embargo, y a pesar del pago, Manoukian fue asesinado el 30 de julio de ese mismo año de tres disparos en la cabeza.

La víctima era conocida de Alejandro Puccio, uno de los 5 hijos del matrimonio de Arquímedes con Epifanía Angeles Calvo, quien era un renombrado jugador del Club Atlético San Isidro (CASI). No pasó ni un año antes de que tuviera lugar otro hecho similar y en el mismo entorno.

El 5 de mayo de 1983 Eduardo Aulet, ingeniero y también jugador del CASI, fue secuestrado cuando iba en auto al trabajo. Su familia pagó el rescate, esta vez de US$ 150.000. Aulet fue asesinado y su cuerpo fue hallado cuatro años después. En junio de 1984, el empresario Emilio Naum detuvo su vehículo al ver que Arquímedes le hacía señas, sin sospechar que intentaban secuestrarlo. Pero Naum ni siquiera llegó a ser capturado, porque al darse cuenta de lo que sucedía, intentó resistirse y fue asesinado de un balazo.

Arquímedes Puccio, el líder del clan, también fue condenado a reclusión perpetua más accesoria por tiempo indeterminado. Estuvo en prisión durante 23 años, hasta que la Justicia determinó que por el régimen del 2×1 debían computársele 53 años y ocho meses de prisión. Por ese motivo, fue beneficiado con la libertad condicional. Se fue a vivir a la casa de un pastor evangelista, en General Pico, provincia de La Pampa. Murió en mayo de 2013, a sus 84 años, por una complicación derivada de un accidente cerebrovascular.

Fuente: www.lanacion.com.ar