Un violento asalto tuvo lugar en una vivienda que también funciona como feria de compraventa de ropas y otros artículos en calle 63 al 800, en Necochea. Un delincuente armado ingresó al lugar y, de manera reiterada, exigió la entrega de dinero.
Durante el atraco, el ladrón utilizó precintos para atar las manos del hombre que atendía en ese momento. Una mujer que se encontraba en el lugar se alejó por temor a ser atacada. Para aumentar la intimidación, el asaltante cubrió la cabeza del propietario del inmueble con una prenda de vestir y lo obligó a arrojarse al suelo.
Además de sustraer una campera y un pantalón que se exhibían en la feria, el delincuente dejó olvidada una biblia en el lugar antes de huir.
El asalto tuvo un giro inesperado cuando el ladrón fue interceptado por transeúntes en la zona de calles 67 y 24. Los ciudadanos observaron al individuo descartarse de un arma de fuego y un pantalón, lo que permitió su identificación y posterior captura por las autoridades.
Este incidente resalta la importancia de la colaboración comunitaria en la seguridad pública y la rápida acción de los vecinos que permitió la detención del delincuente.