Una nueva detención por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ayer sufrió una amenaza de muerte. Se trata de una mujer que mantenía conversaciones con Brenda Uliarte, la segunda detenida, tras el intento de magnicidio.

Esta persona se convierte, entonces, en la tercera detenida por el intento de asesinato. El primero fue Fernando Sabag Montiel, apresado ese mismo día, y su pareja, Brenda Uliarte, fue la segunda.

En la causa por el intento de magnicidio, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti, interviene también el fiscal Carlos Rívolo.

Como parte de la investigación, la Justicia detectó una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte que permitieron a la justicia detectar que un grupo de personas había intentado antes asesinar en dos ocasiones a la exmandataria.

La información surgió del celular de la propia novia de Fernando Sabag Montiel. Los mensajes dan cuenta de un intento de asesinato ocurrido el 27 de agosto, durante la noche en la que la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay, donde se emplaza el edificio donde vive la titular del Senado.

“No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido”, dice uno de los mensajes que recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel. “¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”, sostiene otro mensaje detectado por la justicia.

En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: “No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue, dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”.

La información coincide con la de un video publicado la semana pasada por el canal de noticias C5N donde se ve que el 27 de agosto Sabag Montiel estaba camuflado entre los manifestantes como si fuera un vendedor de copos de nieve azucarada y logró acercarse a metros del gobernador de la provincia de Buenos Aires.

A partir de la nueva información incorporada al expediente, Capuchetti volvió a imponer el secreto de sumario en la causa, luego de que se incorporara al expediente como prueba clave el contenido del celular de Uliarte.

Las fuentes de la investigación señalaron que aparecen, bajo sospecha, Gabriel Nicolás Carrizo, el referente de “los copitos”, quien registraría intensas comunicaciones con Sabag Montiel durante el mes previo al intento de magnicidio y participante de ese grupo que hablaba con frecuencia con Uliarte.