El Departamento Ejecutivo ya cuenta con todas los instrumentos para aplicar un aumento de tasas urbanas que ronda entre el 36 y el 40 por ciento. Este miércoles, en una brevísima asamblea de concejales y mayores contribuyentes, se aprobó definitivamente la ordenanza fiscal e impositiva, que incluye dichos incrementos, así como un aumento del orden del 48 por ciento para las tasas rurales.
El 30 de enero pasado la iniciativa había sido aprobada por los concejales, por mayoría, siendo hasta ahora ordenanza preparatoria. Con el aval de ayer de los mayores contribuyentes, la misma ya tiene forma de ordenanza, tal como lo requiere la Ley Orgánica de las Municipalidades en su añejar redacción.
La asamblea de concejales y mayores contribuyentes de este miércoles sólo duró unos pocos minutos, ya que no hubo oradores entre los ediles.
Sumaron 33 los votos afirmativos y 17 los negativos al ponerse a votación el único tema abordado.
Los aumentos aprobados regirán con retroactividad desde el 1 de enero de 2019 y comenzarán a cobrarse a partir de marzo.
Cabe recordar que en el proyecto origina se contemplaba un arancel para los jardines maternales municipales, así como una alícuota a cobrarse a la venta de combustibles. Ambas medidas quedaron sin efecto en la sesión del 30 de enero.
En lo concerniente a tasas urbanas, las propiedades incluidas en las categorías A, B y C, valuadas ente 250.000 y un millón de pesos, tendrán un incremento del 36 por ciento en sus tasas.
Las propiedades incluidas en las categorías, D, E, F y G, cuya valuación va de un millón a tres millones de pesos, pagarán un incremento del 38 por ciento.
En tanto, las categorías H, I y J, valuadas entre tres y más de 10 millones de pesos, tendrán un aumento del 40 por ciento en sus tasas urbanas.
Como apartado, se rechazó la reducción completa de la tasa de construcción que quedó en un 50 por ciento.